En una entrevista concedida el martes a la cadena estadounidense de televisión Fox News, el senador republicano Dan Sullivan aseguró que el presidente Donald Trump requeriría la aprobación del Congreso para “cualquier ataque preventivo” a Corea del Norte. Esto, justo después de que el mandatario amenazara ese mismo día a Pyongyang con “un fuego y una furia que el mundo jamás ha visto” si el país asiático sigue realizando pruebas que pongan en peligro el territorio norteamericano.
“Una de las opciones militares que el Gobierno sopesa es una guerra preventiva lanzada por los Estados Unidos en la península de Corea. Eso requeriría la autorización del Congreso”, señaló el senador republicano, enfatizando a continuación que el artículo I de la Constitución estadounidense es muy claro sobre este punto.
Al respecto, Sullivan apostilló que si Corea del norte atacara primero a EE.UU., Trump tendría más libertad para responder. “Obviamente, como comandante en jefe, el presidente puede reaccionar a los ataques al país con mayor autoridad”, agregó.
Por su parte, la demócrata Dianne Feinstein, miembro del Comité de Inteligencia del Senado, ha criticado el tono del presidente asegurando que, en el contexto actual de tensión entre Washington y Pyongyang, Trump no está ayudando con sus “declaraciones altisonantes”.
Una de las opciones militares que el Gobierno sopesa es una guerra preventiva lanzada por los Estados Unidos en la península de Corea. Eso requeriría la autorización del Congreso”, señaló el senador republicano estadounidense Dan Sullivan.
Eliot Engel, el principal demócrata del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, calificó por su parte las palabras de Trump como “una línea roja absurda”, y señaló que la última declaración de Trump acerca de un castigo a Pyongyang podría debilitar la credibilidad de Estados Unidos.
El Gobierno norcoreano, inquieto por los actos hostiles de la Casa Blanca en su contra (entre ellos, los simulacros de EE.UU. y Corea del Sur cerca de su territorio), ha prometido seguir desarrollando su programa de misiles y afirma que no le pondrá fin hasta que su enemigo cese sus animosidades.
Una fuente del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) aseveró hace unos días que Corea del Norte podría desarrollar en seis meses una bomba de hidrógeno más potente que las bombas atómicas que EE.UU. lanzó en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial.
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