“No permitiremos que los agentes federales sean atacados. No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Y eso es lo que son”, añadió el presidente en una alocución desde Fort Bragg, una instalación militar en Carolina del Norte que alberga a más de 50 000 efectivos.
En otro punto de su discurso, el mandatario responsabilizó a los manifestantes de estar atentando contra la soberanía nacional, acusándolos de portar banderas extranjeras, especialmente de países latinoamericanos, y de haber quemado banderas estadounidenses durante los disturbios.
Trump: “Liberaremos a Los Ángeles”
— RT en Español (@ActualidadRT) June 11, 2025
Donald Trump describió los disturbios en Los Ángeles como una “invasión extranjera”, afirmando que la ciudad se convirtió en un “basurero” y prometiendo liberarla de manera “libre, limpia y segura”.https://t.co/NjsJerNufD pic.twitter.com/Wju0QCfvSi
“Lo que presencian en California es un ataque en toda regla a la paz, el orden público y la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país”, declaró.
Al referirse a los destrozos causados por los manifestantes, afirmó que incluso han transportado trozos de hormigón hasta puentes y desde allí se los lanzan a los transeúntes. “Son animales. Llevan con orgullo las banderas de otros países, pero no la bandera estadounidense. Solo la queman”, enfatizó.
Asimismo, arremetió contra el gobernador de California, Gavin Newsom, a quien acusó de inacción ante los disturbios. También criticó a la administración del presidente Joe Biden por una entrada masiva de inmigrantes al país. Trump expresó además su intención de promover una legislación que castigue con un año de prisión a quienes quemen la bandera de Estados Unidos, afirmando que quienes lo hacen “no aman a este país”.
En este sentido, aseveró el mismo martes que podría utilizar la “ley de insurrección del siglo XIX”, que le otorga el derecho de utilizar las Fuerzas Armadas, si es necesario, para reprimir las protestas violentas en el estado de California.
“Si hay una insurrección, ciertamente la invocaría”, indicó, respondiendo a un periodista que le preguntó si aplicaría una ley de 1807 que autoriza al presidente a desplegar a las Fuerzas Armadas a nivel nacional en caso de rebeliones e insurrecciones.
Toque de queda en Los Ángeles; las protestas se expanden a otras ciudades
Las autoridades de Los Ángeles han impuesto un toque de queda en el centro de la ciudad para sofocar las protestas provocadas por las agresivas redadas migratorias, que se están extendiendo a otras ciudades.
El toque de queda, en la quinta noche de disturbios, se produjo tras la llegada de cientos de marines estadounidenses al área de Los Ángeles el martes por orden del presidente Donald Trump, lo que incrementó la tensión en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.
A pesar de la oposición de las autoridades locales y estatales, Trump ha desplegado más de 4000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines en Los Ángeles.
Las extraordinarias medidas de Trump, que consistían en enviar a la Guardia Nacional y a la Infantería de Marina para sofocar las protestas que estallaron en respuesta a sus redadas migratorias, alimentaron la agitación en Los Ángeles y provocaron protestas en varias otras ciudades.
“Este descarado abuso de poder por parte de un presidente en funciones exacerbó la situación, poniendo en riesgo a nuestra gente, a nuestros oficiales e incluso a nuestra Guardia Nacional. Fue entonces cuando comenzó la espiral descendente”, declaró el gobernador de California, Gavin Newsom, en un discurso por video.
“California puede ser el primero, pero claramente esto no terminará aquí. Otros estados son los siguientes”, añadió.
Las manifestaciones se han extendido a otras ciudades del país, incluidas Dallas y Austin (Texas), Chicago y Nueva York, donde mil personas se congregaron y se produjeron múltiples arrestos.
Las protestas en Los Ángeles comenzaron el viernes, cuando activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes denunciaron públicamente las redadas ejecutadas por las agencias federales. La tensión creció con enfrentamientos entre manifestantes y la policía, y continúa alimentando un clima de confrontación entre el gobierno federal y las autoridades estatales.
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