“De 2003 a 2006, Irán expresó con claridad- a todo el mundo que deseaba escuchar- su aceptación a todos los elementos fundamentales del reciente acuerdo, a cambio del levantamiento de las sanciones y el reconocimiento oficial de su derecho a enriquecer uranio”, especificó Evans, en un artículo publicado el miércoles en la página Web Day Australia.
De 2003 a 2006, Irán expresó con claridad- a todo el mundo que deseaba escuchar- su aceptación a todos los elementos fundamentales del reciente acuerdo, a cambio del levantamiento de las sanciones y el reconocimiento oficial de su derecho a enriquecer uranio”, especificó Evans.
Asimismo, señalando la buena voluntad que ha demostrado Irán a lo largo de los años de la polémica nuclear, puso como ejemplo, la decisión voluntaria de suspender su programa de enriquecimiento de uranio entre 2003-2004 para celebrar conversaciones sobre un acuerdo completo, y la disposición a aplicar el “protocolo adicional”.
Al señalar esto, el excanciller australiano (1988 –1996) recordó que la Unión Europea (UE), respaldada por EE.UU., al plantear una exigencia excesiva a Irán, según la cual, debía abandonar por completo el enriquecimiento de uranio, Teherán se vio obligado a dejar la mesa de conversaciones en 2005.
En este contexto, criticó al Occidente por intentar, durante años, destruir todos los elementos que formaban parte innegable del derecho de la nación persa al uso pacífico de la energía nuclear como signataria del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) .
“Los iraníes no iban a aceptar nunca lo que interpretaron como un estatuto de segunda clase conforme al TNP. El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, entendió en 2011 que se debía tener en cuenta el honor de Irán para conseguir cualquier acuerdo con este país y empezó a preparar el terreno para mantener conversaciones directas Teherán -Washington- establecidas en 2014-”, agregó.
Los iraníes no iban a aceptar nunca lo que interpretaron como un estatuto de segunda clase conforme al TNP. El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, entendió en 2011 que se debía tener en cuenta el honor de Irán para conseguir cualquier acuerdo con este país y empezó a preparar el terreno para mantener conversaciones directas Teherán -Washington- establecidas en 2014-”, agregó Evans.
A continuación, el exlíder adjunto del Partido Laborista de Australia (1996 –1998) atribuyó la resistencia demostrada por la nación persa a su orgullo nacional, su deseo de resaltar su impresionante nivel técnico a pesar de todas las sanciones y demostrar que nadie puede humillarla.
A su vez, consideró lógica la desconfianza que siente esta nación hacia el Occidente teniendo en cuenta el golpe de Estado del primer ministro iraní elegido democráticamente Mohamad Mosadegh en 1953, orquestado por los servicios de inteligencia estadounidense y británica, y el prolongado apoyo de Occidente al odiado sha Reza Pahveli y al exdictador iraquí Saddam Husein en la brutal guerra que lanzó contra Irán en 1980 e incluso después de que empleara armas químicas.
“Los iraníes no olvidan que el expresidente de EE.UU. George W. Bush acusó a su país de formar parte de un 'eje del mal', pese a su cooperación con Washington en Afganistán”, añadió.
Al final, deploró cómo ha tardado en que prevalezca la cordura diplomática, mientras Oriente Medio ha sufrido una ola de tensiones evitables y ha perdido oportunidades de cooperación en materia de seguridad cuando, dijo, se podría evitarse todo este sufrimiento mediante una postura lógica del Occidente.
Sin embargo, sostuvo que el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA), alcanzado el 14 de julio entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), infunde nuevas esperanzas de una amplia cooperación regional en materia de seguridad y demuestra cómo la diplomacia inteligente siempre es capaz de vencer a la fuerza bruta.
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