Por: Alireza Akbari
Días después de que Estados Unidos emitiera señales ambiguas sobre el programa nuclear pacífico de Irán, representantes de ambos países se reunieron nuevamente el domingo para una cuarta ronda de conversaciones indirectas, con el objetivo de encontrar una vía de avance.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Seyed Abás Araqchi, al frente de la delegación iraní, y Steve Witkoff, representando a EE.UU., mantuvieron discusiones indirectas en la capital omaní, Mascate, y acordaron continuar el proceso negociador.
Tras concluir la ronda, Araqchi calificó el encuentro como “más serio y franco” que los tres anteriores:
“Hemos superado las generalidades y comenzado a abordar cuestiones más detalladas”, declaró. “Naturalmente, eso hace que las conversaciones sean más difíciles, pero a pesar de la intensidad y complejidad, las negociaciones fueron constructivas”.
Cabe destacar que estas conversaciones estaban previstas originalmente para la semana anterior, pero se retrasaron por vacilaciones e indecisión del lado estadounidense.
El viernes anterior, Witkoff ofreció una entrevista en la que realizó declaraciones profundamente incendiarias y poco diplomáticas sobre el programa nuclear iraní, exigiendo su desmantelamiento total y el cese del enriquecimiento de uranio, lo que provocó una fuerte reacción de Teherán.
Un alto funcionario iraní afirmó a Press TV que esas declaraciones confirmaban la sospecha de que Washington sigue atrapado en su política de “máxima presión” contra Irán.
“Algunos incluso sostienen que todo el proceso de negociación no ha sido más que una representación escenificada, diseñada para justificar una escalada de presión y confrontación”, advirtió el funcionario.
🚨🔴 ULTIMAHORA | #Iran 🇮🇷 considera “útil” la cuarta ronda de las negociaciones indirectas con #EstadosUnidos 🇺🇸 que acaba de terminar en Mascate, capital de Omán.https://t.co/gZnRue0WQl#IranUSTalks pic.twitter.com/Amt7epsALl
— HispanTV (@Nexo_Latino) May 11, 2025
Cuarta ronda de negociaciones
La delegación iraní, liderada por Araqchi y compuesta por altos funcionarios diplomáticos y técnicos, llegó a Mascate el domingo temprano. Iniciaron la jornada reuniéndose con su homólogo omaní, Badr Al-Busaidi, a quien agradecieron el papel activo y fraterno de su país como mediador entre Teherán y Washington.
Durante la reunión, Araqchi expuso la posición iraní sobre temas clave de las negociaciones iniciadas el mes pasado, en particular la eliminación de sanciones y el derecho al enriquecimiento nuclear, los cuales calificó de “no negociables”.
Más tarde, las delegaciones sostuvieron cerca de tres horas de conversaciones a puerta cerrada, mediadas por funcionarios omaníes.
Al concluir la jornada, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baqai, describió las conversaciones como “difíciles pero útiles”, señalando que ambas partes ahora comprenden mejor las posiciones del otro.
A su vez, el canciller iraní coincidió que “Esta ronda puede considerarse un paso adelante. Hemos decidido continuar. Ambas delegaciones están comprometidas. La fecha y lugar exactos los determinará el ministro de Exteriores de Omán según los calendarios respectivos. Estimo que será dentro de una semana, más o menos”.
El diplomático iraní reafirmó la postura inquebrantable de Irán respecto a sus dos prioridades fundamentales: levantar las sanciones y preservar el derecho a enriquecer uranio.
“Desde nuestra perspectiva, el enriquecimiento debe continuar. No hay espacio para compromisos en ese aspecto. Aunque podríamos aceptar limitaciones temporales —de niveles, cantidades o escala— para generar confianza, el derecho fundamental al enriquecimiento no está sujeto a negociación”, apuntó.
En cuanto a las sanciones, fue igual de claro: “El objetivo de estas conversaciones es lograr el levantamiento de sanciones. Esa es la base misma de nuestra participación, y ha sido reconocida por ambas partes”.
Araqchi también expresó preocupación por los mensajes contradictorios provenientes de autoridades estadounidenses, calificándolos de “contraproducentes” y advirtiendo que, de continuar esa actitud, Irán responderá en consecuencia.
Defensa de derechos legítimos
Durante toda la ronda, Irán mantuvo una posición firme en defensa de sus derechos bajo el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, del cual es signatario.
“Estamos igualmente decididos a trabajar por la eliminación de las sanciones ilegales e inhumanas que durante tanto tiempo han afectado a nuestro pueblo”, escribió el vocero de la Cancillería iraní en X (antes Twitter).
La delegación iraní incluyó expertos técnicos en derecho, energía nuclear y economía, reflejando la profundidad y complejidad de las negociaciones.
Esta cuarta ronda tuvo lugar en medio de crecientes dudas sobre la sinceridad y seriedad de Washington, especialmente tras la entrevista de Witkoff y declaraciones de altos funcionarios de la administración Trump.
Según analistas, el uso de sanciones como arma política por parte de EE.UU., sumado a la infiltración sistemática del lobby israelí —especialmente dentro de instituciones clave como la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés)—, sigue poniendo en entredicho la disposición de Washington para cumplir futuros compromisos relacionados con el alivio de sanciones.
Asimismo, sostienen que EE.UU. ha hecho escasos esfuerzos por demostrar a Irán su voluntad y capacidad de levantar efectivamente las sanciones, lo que constituye uno de los principales obstáculos en las negociaciones actuales.
La cuarta ronda de negociaciones se llevó a cabo tras una notable desaceleración en el impulso logrado después de la tercera ronda, debida principalmente a que la parte estadounidense recurrió nuevamente a su política de dilación.
A medida que las conversaciones han ido profundizándose desde la primera ronda, la aparición de temas más polémicos ha ralentizado aún más el progreso y prolongado la duración del proceso, tal como se preveía desde un principio.
Pese a estos desafíos, la delegación iraní ha reiterado su disposición a continuar las negociaciones de buena fe, siempre y cuando la contraparte actúe con pragmatismo y evite mensajes contradictorios.
Incoherencia del lado estadounidense
La retórica estadounidense previa a esta cuarta ronda se caracterizó por una marcada incoherencia y un discurso beligerante con tintes de guerra.
“Un programa de enriquecimiento no puede volver a existir jamás en el Estado iraní. Esa es nuestra línea roja. Sin enriquecimiento. Eso implica desmantelamiento, no proliferación armamentística, y que Natanz, Fordo e Isfahán —sus tres instalaciones de enriquecimiento— deben ser desmanteladas”, declaró Witkoff en su entrevista del viernes.
Antes de partir hacia Mascate, el domingo, Araqchi comentó desde Teherán las recientes declaraciones de Witkoff:
“Desafortunadamente, estamos oyendo múltiples declaraciones contradictorias de la otra parte —tanto en entrevistas a medios como en posturas oficiales”, señaló.
“Sus posiciones oscilan entre la mesa de negociaciones y el escenario público. Esta falta de coherencia constituye uno de los principales obstáculos en las conversaciones”.
En contraste, Araqchi subrayó que la República Islámica ha mantenido “posiciones claras y basadas en principios”.
“Hemos seguido un rumbo recto y transparente, cimentado en principios legales y legítimos. El programa nuclear iraní es totalmente pacífico y ha operado siempre bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Es una cuestión de derechos nacionales —y no está sujeta a negociación”.
Asimismo, reiteró la postura intransigente de Irán en cuanto al enriquecimiento de uranio:
“El enriquecimiento constituye uno de nuestros logros más importantes y es fuente de orgullo nacional. Ha sido alcanzado a un alto costo —incluida la vida de nuestros científicos nucleares. Es absolutamente innegociable.”
Tras concluir esta ronda, el ministro de Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi, describió las conversaciones en curso como portadoras de “ideas útiles y originales que reflejan un deseo compartido de alcanzar un acuerdo digno”.
“La quinta ronda de conversaciones se celebrará una vez que ambas partes hayan consultado a sus respectivos liderazgos”, añadió.
El actual proceso de negociaciones indirectas comenzó el 12 de abril en Mascate, en lo que ambas partes calificaron como un “clima constructivo” marcado por el respeto mutuo.
Las posiciones iniciales sobre el programa nuclear iraní y las sanciones fueron intercambiadas con Omán como mediador.
Una semana después, la segunda ronda, celebrada en Roma el 19 de abril, fue considerada “productiva”, con funcionarios iraníes destacando que las conversaciones estaban “avanzando”.
La tercera ronda, realizada el 26 de abril nuevamente en Mascate, adoptó un tono más serio, con participación a nivel técnico y discusiones más profundas, lo que sentó las bases para los intercambios más francos de la cuarta ronda.
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.