Itamar Ben-Gvir, ministro de seguridad interna, en un mensaje televisado, calificó el acuerdo como “imprudente” y advirtió que “borraría los logros de la guerra” al liberar a cientos de militantes palestinos y permitir que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) salga victorioso.
“Si este acuerdo irresponsable se aprueba, nosotros, los miembros de Poder Judío, presentaremos nuestras cartas de renuncia”, añadió Ben-Gvir.
Por su parte, Bezalel Smotrich, ministro de finanzas, también rechazó el acuerdo de alto el fuego, calificándolo de “peligroso” para la seguridad nacional.
Smotrich amenazó con dimitir y retirar a su partido de la coalición, lo que podría hacer peligrar la estabilidad del gabinete de Netanyahu, según medios israelíes.
El acuerdo de alto el fuego, anunciado el miércoles, prevé una tregua de seis semanas entre Israel y el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), tras más de 15 meses de intensos combates.
La primera fase del pacto incluye la liberación de 33 detenidos sionistas en Gaza, así como de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
Sin embargo, Smotrich exige garantías de que Israel podrá retomar las hostilidades si el acuerdo no se cumple, lo que habría sido confirmado por Netanyahu, quien según informes también mencionó el apoyo del presidente de EE.UU., Donald Trump, en caso de incumplimiento por parte de HAMAS.
Desde Gaza, HAMAS rechazó las acusaciones de violar el acuerdo y reiteró su “compromiso” con el alto el fuego.
¿Cómo caerá el gabinete de Netanyahu?
Con la inclusión de Gideon Saar, líder del partido Nueva Esperanza, la coalición gobernante ha ganado en representatividad, pasando de 64 a 68 escaños en el parlamento israelí.
De hecho, la dimisión de uno de los partidos de extrema derecha que forman parte de esta coalición, que suman 14 escaños en total, no sería suficiente para desestabilizar el gabinete. Solo la salida conjunta de ambos podría desencadenar una crisis política en el régimen israelí.
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