El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha prometido que una de sus principales prioridades cuando asuma el cargo el próximo 20 de enero será imponer fuertes aranceles a las importaciones chinas, una medida que, según ha afirmado, protegería los empleos de los estadounidenses y reforzaría la industria manufacturera de este país.
Pero si las tendencias recientes ofrecen algún indicativo, los trabajadores mexicanos estarían entre los más beneficiados por esta medida.
Luego de que Trump impusiera aranceles de miles de millones de dólares en productos chinos durante su primer mandato, un número cada vez mayor de empresas trasladaron sus operaciones de manufactura de China a México.
Ahora que el republicano ha intensificado su amenaza de una guerra comercial, analistas y ejecutivos que trabajan con fabricantes mexicanos señalaron que están viendo una renovada ola de interés por parte de las empresas de mover su producción del gigante asiático a suelo mexicano.
“Es realmente como un sueño hecho realidad, y apenas está empezando”, afirmó Raine Mahdi, cuya empresa, Zipfox, funciona como un enlace entre negocios y fabricantes en México.
“La última vez, este problema afectó la última parte de la administración Trump, y luego prácticamente se extinguió con la administración del presidente, Joe Biden. Ahora está empezando antes de que Trump asuma oficialmente el cargo. No va a desaparecer, así como así. Las empresas no van a poder esperar a que pase”.
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