El disparo letal contra los paramédicos y rescatistas de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina (PRCS, por sus siglas en inglés), la Defensa Civil de Gaza y un miembro del personal de la ONU por parte de fuerzas israelíes durante una misión de rescate en el sur de Gaza el 23 de marzo generó indignación internacional y demandas de una investigación por crímenes de guerra.
Los cuerpos de las víctimas y las ambulancias en las que viajaban fueron posteriormente hallados enterrados en una fosa común arenosa cerca de Rafah. Tras exhumar los cuerpos días después, la ONU declaró que habían sido ejecutados “uno por uno”.
El domingo, el ejército del régimen declaró que una investigación interna sobre el incidente “no encontró pruebas que respalden las acusaciones de ejecución ni de que alguno de los fallecidos hubiera sido atado antes o después del tiroteo”.
“Tales afirmaciones son libelos de sangre y falsas acusaciones contra los soldados de las FDI (fuerzas de ocupación israelíes)”, expresó el ejército en un comunicado.
El informe militar, que calificó el tiroteo mortal como un “error operacional”, señaló que la investigación “identificó varias fallas profesionales, incumplimientos de órdenes y una falta de reporte completo sobre el incidente”.
Como resultado, se anunció que el subcomandante de la Brigada Golani del ejército “será destituido de su cargo debido a sus responsabilidades como comandante en el terreno … y por proporcionar un informe incompleto e impreciso durante el informe posterior a los hechos”.
El informe militar afirmó que la “poca visibilidad nocturna” fue la causa de que el comandante militar concluyera que las ambulancias pertenecían al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y ordenara abrir fuego contra ellas.
Sin embargo, imágenes de vídeo tomadas en el lugar mostraban que las ambulancias se desplazaban con luces de emergencia intermitentes.
Israel también sostuvo que sus fuerzas “no intentaron ocultar el incidente”.
“El análisis concluyó que la remoción de los cuerpos era razonable dadas las circunstancias, pero la decisión de aplastar los vehículos fue errónea”, declaró.
Médicos y expertos forenses que examinaron algunos de los cuerpos recuperados señalaron que había evidencia de que los hombres habían sido ejecutados con disparos en la cabeza y que sus manos y pies habían sido atados.
Tras el hallazgo de los cuerpos, un funcionario de la ONU declaró que los trabajadores habían sido “asesinados uno por uno”. El presidente de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina también afirmó en su momento que los hombres fueron “objetivo de disparos a corta distancia”.
Media Luna Roja Palestina rechaza rotundamente alegato israelí
La Media Luna Roja Palestina ha rechazado enérgicamente el informe del ejército israelí sobre la muerte de más de una docena de trabajadores de emergencia en Gaza el mes pasado.
El domingo, la Media Luna Roja desestimó el informe israelí por considerarlo inválido e inaceptable, subrayando que está lleno de falsedades.
La organización añadió que el informe busca justificar las muertes y trasladar la responsabilidad a un error de comando en el terreno, mientras ignora los hechos reales.
La Media Luna Roja Palestina rechazó estos hallazgos y calificó el informe como “lleno de mentiras”.
“El informe está lleno de falsedades. Es inválido e inaceptable, ya que justifica la muerte de los socorristas y transfiere la responsabilidad a un supuesto error personal en el mando de campo, cuando la realidad es completamente distinta”, declaró Nebal Farsakh, portavoz de la Media Luna Roja, en entrevista con AFP.
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