“Mi gobierno nunca se rendirá ante la intimidación, la presión y los doble estándares. La experiencia de dos décadas de negociación con Irán debería haber llevado a los gobiernos negociadores a entender que estamos comprometidos con nuestros compromisos y que el pueblo, el liderazgo y el Sistema político no responden a las exigencias excesivas”, ha hecho hincapié este martes el mandatario reformista en su primer discurso tras prestar juramento en el Parlamento iraní.
Con estas declaraciones el nuevo mandatario ha expresado la disposición de su gobierno para promover los esfuerzos destinados a revivir el acuerdo nuclear de 2015, suscrito por Irán y el entonces Grupo 5+1 (compuesto por Estados Unidos, Francia, Rusia, el Reino Unido, y China, más Alemania). El pacto se quedó en vilo tras la salida unilateral de EE.UU. en 2018 y la reimposición de las sanciones contra el país persa.
En esta línea, Pezeshkian ha abogado por la “normalización de relaciones económicas y comerciales con el mundo” y asegurado que hará lo imposible para “levantar las sanciones”.
Para ello, ha llamado a los países occidentales a “comprender las realidades y a establecer relaciones basadas en el respeto mutuo”, y ha dicho estar listo “a dialogar y gestionar las tensiones con los gobiernos que aún no han comprendido la dignidad del pueblo iraní”.
En cuanto a la política exterior, el veterano político y actual presidente de Irán ha dicho que su Ejecutivo persigue “los intereses nacionales y la paz regional y mundial”. “Valoramos a nuestros amigos en tiempos difíciles, vamos a fortalecer nuestras relaciones con los actores emergentes en el Sur Global y trabajaremos para fomentar la amistad con nuestros vecinos del Este”, ha enfatizado.
Ha reiterado que la prioridad de su política exterior será “consolidar relaciones con los vecinos”, matizando que estos países no deben desperdiciar sus valiosos recursos involucrándose en tensiones.
Nuevo presidente de Irán rechaza presencia de países extraregionales en la zona
Pezeshkian ha dejado claro que su Administración aboga por una “región fuerte” en la que los vecinos puedan “dar pasos conjuntos a favor del desarrollo económico, progreso y la mejora de las futuras generaciones”.
Ha recalcado que en una “región fuerte” la “seguridad de la zona será garantizada por los países de la misma, y se eliminarán las excusas para la presencia de países extranjeros”.
Conforme al nuevo mandatario, los países occidentales no pueden dar ningún tipo de lecciones a los Estados musulmanes. “El Islam es una religión de paz, mientras que aquellos que se autoproclaman defensores de los derechos humanos, pero cuya historia está llena de humanidad negada, no pueden considerarse superiores a los musulmanes, que son símbolos de tolerancia y abanderados del conocimiento”, explica.
El presidente electo ha aprovechado también su discurso para denunciar el apoyo inquebrantable de Estados Unidos al genocidio israelí en Gaza. “Aquellos que suministran armas para matar a los niños en Gaza no pueden dar lecciones de humanidad a los demás”, ha aseverado.
Ha fustigado además el discurso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el Congreso estadounidense, que desató muchas críticas entre los defensores de los derechos humanos en el mundo. “Nadie en el mundo aceptará que el líder de un régimen que combate con mujeres y niños en Gaza y los bombardea, sea aplaudido y apoyado”, ha remarcado.
Asimismo, ha repudiado el flagrante doble rasero ejercido por Occidente en materia de los derechos humanos del pueblo palestino. “Parece que, para algunos autoproclamados defensores de la civilización, los derechos fundamentales de los seres humanos se miden según el color de la piel, el idioma y la religión”, critica.
Conforme al jefe del Ejecutivo, guardar silencio ante tantos crímenes cometidos por Israel en la Franja de Gaza está lejos del concepto de humanidad. En esta línea, ha manifestado que la República Islámica anhela “un mundo en el que el pueblo palestino sea liberado de la ocupación y la opresión, y donde los sueños de ningún niño palestino queden enterrados bajo los escombros de su hogar”. Estos deseos son alcanzables, ha afirmado.
Irán “siempre ha estado en el lado correcto de la historia y de la humanidad”, ha sentenciado y ha hecho hincapié en que la República Islámica, “la región y el mundo necesitan hoy en día entendimiento”. “Buscamos la paz y la estabilidad en la región y en el mundo, así como el progreso y la prosperidad para Irán y la región”, recalca.
Nuevo presidente dice ser optimista hacia el futuro de Irán
El noveno presidente de Irán ha descrito su gobierno como de “unidad nacional” y “una nueva oportunidad: una oportunidad para escuchar la voz de todos los iraníes que buscan el cambio”.
“Tenemos ante nosotros una oportunidad de crear esperanza y superar las dificultades y las crisis. Estas elecciones han abierto un nuevo campo para la colaboración nacional entre el gobierno y la sociedad”, ha destacado.
Pese a muchos problemas que enfrenta el país, se ha manifestado optimista sobre el futuro. “Tengo esperanza en el futuro. La confianza en Dios, en las capacidades de nuestro querido Irán y en el potencial humano de nuestro pueblo abrirán un nuevo horizonte ante nosotros”, sostiene.
“Irán es un país seguro, coherente y estable, y en medio de las tormentas y tras el trágico incidente que llevó al martirio del presidente [Seyed Ebrahim Raisi, el 19 de mayo], tuvimos una elección competitiva, justa y esperanzadora, abriendo una nueva etapa en la gestión del país”, ha dicho.
Pezeshkian ha concluido, enfatizando que defenderá “firmemente la dignidad de los intereses de Irán y los derechos de la nación en el ámbito internacional” y que hará todo lo posible para “asegurar los intereses nacionales, proteger la seguridad de la nación, desarrollar la economía y mejorar el bienestar de los iraníes”.
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