“La acción llevada a cabo anoche y las imágenes que existen dejan completamente claro que alcanzamos nuestros objetivos, y nuestros objetivos eran completamente militares. No atacamos ningún objetivo civil en el marco de nuestros principios éticos, contrario al régimen sionista que se acostumbra a atacar las ciudades y civiles inocentes”, ha dicho este miércoles Abas Araqchi.
Ha calificado de “audaz y valiente” la ofensiva con entre 180 y 200 misiles balísticos llevada a cabo el martes por la noche por las Fuerzas Armadas de Irán contra tres bases militares y un centro de mando de la inteligencia israelí en los territorios ocupados palestinos. “No pudieron interceptar más del 90 por ciento de los misiles y estos alcanzaron sus objetivos”, ha destacado.
Araqchi ha dejado claro que el ataque iraní fue un acto de autodefensa. “Simplemente ejercimos nuestro derecho de legítima defensa, un derecho que existe para todos los países según el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. Nuestra acción ha sido completamente defensiva y en respuesta a los actos terroristas del régimen sionista dentro de Teherán y contra objetivos vinculados con Irán en otros lugares”, ha explicado.
Ha señalado que, tras el ataque, Irán comunicó a Estados Unidos, el principal aliado de Israel, mediante un mensaje a la embajada suiza en Teherán —que representa los intereses estadounidenses en Irán— que no se involucre en el conflicto.
El jefe de la Diplomacia persa también ha amenazado con represalias a cualquiera que se implique en las tensiones en apoyo a Israel. “Daremos una respuesta contundente a cualquier tercera parte que apoye al régimen sionista, y si Israel también quiere responder, nuestra respuesta será aún más fuerte”, subraya.
Ha enfatizado que la República Islámica seguirá apoyando la Resistencia, y señalado que, aunque el asesinato del líder del movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbol), Seyed Hasan Nasralá, constituye “una gran pérdida”, fortalecerá aún más la Resistencia.
Irán dijo que en su ataque de ayer apuntó tres bases militares y un centro de mando de inteligencia israelíes, desde donde se planificaron y realizaron ataques contra Nasralá y el líder de HAMAS, Ismail Haniya.
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