“No nos arrepentimos de la inversión realizada, porque nuestra presencia y nuestros gastos fueron dirigidos a nuestra propia seguridad, y conseguimos lo que esperábamos”, afirmó Ali Akbar Ahmadian, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, en una entrevista publicada el jueves en el portal oficial Khamenei.ir.
Estas declaraciones se dieron pocos días después de que grupos militantes apoyados desde el exterior anunciaran la caída del presidente Bashar al-Asad en Siria, donde se encontraban presentes asesores militares iraníes.
Ahmadian también destacó que, de no haber sido erradicado el grupo terrorista Daesh en Siria e Irak, Irán hoy tendría que enfrentarlo en su propio territorio a un costo mucho mayor. “Si no hubiéramos eliminado a Daesh, ahora estaríamos luchando contra ellos en casa, y el costo sería diez veces superior”, subrayó.
El funcionario iraní agregó que la derrota de Daesh desbarató completamente los planes de Estados Unidos, haciendo inútil su inversión de varios años.
Según Ahmadian, los estadounidenses intentaron crear un ejército y un gobierno contrarios a la Revolución Islámica, pero Irán frustró ese plan, lo que hace que la presencia iraní en Siria valga la pena.
En otro tramo de la entrevista, Ahmadian destacó que Irán ha logrado fortalecer y equipar al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y al Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá), haciendo que ambos grupos sean autosuficientes.
“Hoy, Hezbolá es un grupo completamente independiente y autosuficiente. En Gaza, por ejemplo, los combatientes de la resistencia están produciendo sus propios cohetes y misiles dentro de túneles”, explicó.
El alto funcionario de seguridad iraní también aseguró que nadie podrá eliminar a HAMAS, la Yihad Islámica, Hezbolá y las fuerzas yemeníes en Asia Occidental. “Estas fuerzas se han convertido en parte del pueblo, están bien equipadas, son maduras y tienen el conocimiento y la tecnología necesarios para defenderse”, añadió.
Los acontecimientos se suceden en medio de la ofensiva lanzada el pasado 27 de noviembre por grupos insurgentes apoyados por el extranjero y liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) contra el Gobierno de Bashar al-Asad. En los últimos días, los grupos armados se apoderaron de varias ciudades clave en Siria.
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