• El canciller iraní, Seyed Abás Araqchi.
Publicada: miércoles, 5 de marzo de 2025 11:34

El canciller iraní destaca que la seguridad y el poder que prevalecen en Irán, provienen de su capacidad interna, y no del exterior, como es el caso de Ucrania.

“Irán no compra su seguridad, la construye. No dependemos de los demás para que nos apoyen, sino que nos defendemos basándonos en el conocimiento, el poder y las capacidades internas”, ha subrayado Seyed Abás Araqchi en un artículo publicado este miércoles en el diario iraní Ettelaat.

En el editorial, titulado “Confusión en la Casa Blanca; mareo en la política global”, el jefe de la Diplomacia persa ha hecho referencia a una discusión la semana pasada  entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky, en la Casa Blanca. Según él, esta disputa sobre la invasión rusa de Ucrania “no fue un simple desacuerdo común; reveló fracturas cada vez más profundas en el núcleo del sistema internacional”.

La columna ha apuntado a una dinámica cambiante en Ucrania, donde Zelensky, que ha dependido de la ayuda occidental, ahora desafía directamente el liderazgo estadounidense. “Incluso los aliados pequeños se están dando cuenta de que su dignidad tiene un precio”, añade Araqchi.

La experiencia de Ucrania y otros Estados sumisos a las políticas de Occidente ha demostrado “que los países que han basado su seguridad en la dependencia de otros, en momentos críticos, se han convertido en víctimas de los cambios en las prioridades” de sus amos, señala.

El canciller ha aplaudido la política fundamental de la República Islámica que se basa en la independencia y la autosuficiencia. El país persa, agrega, ha elegido un camino de autosuficiencia, evitando los riesgos que conlleva la dependencia de alianzas geopolíticas cambiantes. Para Irán, “la independencia no es solo un eslogan, sino una necesidad inevitable”, enfatiza.

 

Ha remarcado que “Irán ha comprendido desde hace mucho que la dependencia solo conduce a la inestabilidad y a la pérdida de la soberanía nacional. La verdadera seguridad no proviene del apoyo de potencias externas, sino de la capacidad interna, del aprovechamiento de los recursos nacionales y de la confianza en el pueblo”.

El máximo diplomático persa ha recordado que desde la victoria de la Revolución Islámica (1979) las potencias arrogantes recurrieron a todas las herramientas de presión para subyugar, sin éxito, a la nación persa.

“Mantener la independencia tiene un costo, e Irán siempre ha pagado ese precio. Desde los primeros días de la Revolución Islámica, las presiones económicas, las sanciones, las amenazas militares y las guerras subsidiarias han sido diseñadas para convertir a Irán en un actor sumiso en el sistema internacional”, ha escrito.

Sin embargo, Araqchi ha destacado que “Irán, a diferencia de lo que predijeron los enemigos, resistió y demostró que, frente a las presiones, no solo no se rinde, sino que, basándose en sus capacidades internas, continúa su camino hacia el desarrollo y el progreso”.

Gracias a esta postura y política, ha dicho, Irán no confía en las promesas extranjeras en su política exterior, ni se deja amedrentar por las amenazas de sus enemigos.

Ha destacado que la República Islámica ha optado desde hace muchos años por un camino, en el que “ni el apoyo condicionado de las potencias globales, ni las promesas diplomáticas inestables, ni las amenazas externas son la base de sus decisiones. Lo que es importante para Irán es preservar su independencia, fortalecer sus capacidades internas y avanzar en una dirección que se derive de los intereses nacionales”, subraya.

Araqchi ha concluido, destacando que en “un mundo en el que las potencia se involucran en disputas y competencias inestables Irán, firmes en sus políticas, ha demostrado que la dependencia de otros no es solo un riesgo sino también un error estratégico”.

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