En una conversación telefónica con su homólogo británico, David Lammy, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abás Araqchi, se refirió el jueves a las posiciones y mensajes contradictorios de los funcionarios estadounidenses respecto a las negociaciones con Irán, y consideró inaceptable el uso de la diplomacia como herramienta de presión política y psicológica contra Teherán.
Araqchi afirmó que la República Islámica de Irán, con una visión responsable y en apego a la costumbre diplomática, ha reflejado de manera apropiada su respuesta a la carta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la parte estadounidense.
El canciller persa también expresó su decepción por las posturas poco constructivas adoptadas por algunos países europeos y la Unión Europea (UE), incluida la imposición de sanciones a Irán bajo pretextos infundados.
Instó a los países europeos a reconsiderar su enfoque hacia Irán y las cuestiones relacionadas con la región de Asia Occidental.
Además, los ministros de Asuntos Exteriores de Irán y el Reino Unido dieron la bienvenida a la reanudación del trabajo de los nuevos embajadores de dos países en Londres y Teherán y expresaron la esperanza de que este desarrollo ayude a avanzar las relaciones bilaterales de mejor manera y con mayor fluidez.
Ambas partes plantearon algunas cuestiones consulares mutuas y expresaron claramente sus puntos de vista y preocupaciones al respecto, pero destacaron la importancia de mantener los canales de comunicación entre Teherán y Londres para abordar cuestiones bilaterales y otros temas de interés para las partes.
El ministro de Asuntos Exteriores británico felicitó a su homólogo iraní por Noruz y el Año Nuevo persa y enfatizó el compromiso del Reino Unido y otros países europeos para buscar una solución diplomática al problema nuclear iraní.
Trump envió una carta a Irán a través de un enviado de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) el 12 de marzo. Si bien el contenido de la carta no se ha anunciado oficialmente, el presidente estadounidense afirmó que ha solicitado a Irán que se inicien negociaciones para un nuevo acuerdo nuclear, diferente al Plan Integral de Acción Conjunta (PAIC o JCPOA, por sus siglas en inglés) firmado en 2015, del que se retiró en 2018.
El mandatario estadounidense firmó el 4 de febrero un memorando presidencial para restablecer la “máxima presión” sobre la República Islámica, a pesar de sus afirmaciones de que está dispuesto a dialogar diplomáticamente con Teherán.
Las autoridades iraníes han reiterado en múltiples ocasiones que Teherán no reanudará las conversaciones con Washington sobre su programa nuclear mientras el gobierno estadounidense mantenga su política de “máxima presión” contra la nación persa.
En reacción al anuncio de la misiva de Trump, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, advirtió que la oferta de negociaciones es un intento de “engañar a la opinión pública” y aseguró que el país persa no negociará con Estados Unidos porque no confía en que Washington cumpla con ninguna obligación contractual.
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