Durante una entrevista con la agencia iraní de noticias IRNA, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Abás Araqchi, ha subrayado este miércoles que, durante las cinco rondas de negociaciones indirectas con EE.UU., Washington “insistió en lograr una demanda que considerábamos imposible” y que, al no conseguirla, “recurrió a un ataque militar”.
Asimismo, ha detallado que Washington había insistido constantemente en que Irán no debería tener la capacidad de construir armas nucleares, un objetivo que, en su opinión, requería un cese total del enriquecimiento, por lo tanto, planteó la exigencia del enriquecimiento cero, al que las partes iraníes resistieron rotundamente.
En cuanto al fatwa (decreto religioso) del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, sobre la prohibición de la producción de las armas nucleares, ha subrayado que el país persa nunca las ha buscado. “Nuestra política es clara: no buscamos armas nucleares. Pero insistimos en nuestro derecho al enriquecimiento con fines pacíficos, así como a preservar los logros científicos que hemos alcanzado de forma independiente”, ha agregado.
La diplomacia jugó un papel crucial
Araqchi ha aseverado que todavía cree en la diplomacia, a pesar de que algunos lo etiquetan como “políticamente optimista” y otros como “demasiado conservador”. “No me he vuelto conservador; nuestras negociaciones fueron planificadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores mucho antes de la guerra [de 12 días contra el país] y pudimos avanzar dentro de un marco claramente definido”, ha apostillado.
Al hacer alusión a los esfuerzos realizados durante el mandato del presidente iraní, Masud Pezeshkian, para ampliar lazos regionales e internacionales, ha señalado que Teherán ha recurrido a la negociación y a las herramientas diplomáticas en relaciones exteriores. “Antes de la guerra de 12 días, estuvimos cerca del conflicto, al menos en otras tres ocasiones. En cada caso, se activó la diplomacia y jugó un papel crucial”, señaló.
Al señalar el papel clave de diplomacia en las relaciones exteriores de Irán, ha recalcado que, sin embargo, la capacidad defensiva de Irán que finalmente disuadió al enemigo de continuar la guerra. “A veces, la guerra se vuelve inevitable, especialmente cuando un bando, como Estados Unidos, insiste en lograr algo que consideramos imposible”, ha añadido.
Al rechazar la noción de que la guerra es inherentemente sagrada y que la diplomacia con Occidente es inherentemente malvada, Araqchi ha afirmado que tanto la guerra como la diplomacia son herramientas que utilizan los Estados para lograr sus objetivos.
“La diplomacia suele ser más económica y menos arriesgada, aunque a veces puede ser más costosa que la guerra. Ninguna de las dos es inherentemente buena o mala; depende enteramente de las circunstancias y de cómo se utilice cada herramienta”, ha resaltado.
Europa no tiene derecho a activar snapback
En otra parte de su entrevista, Araqchi ha detallado las condiciones actuales de las negociaciones nucleares con las partes europeas, afirmando que los contactos con los tres países europeos se encuentran actualmente en la fase de establecer las bases reales para la negociación y que aún no se ha alcanzado un acuerdo concreto para iniciar negociaciones serias.
Al respecto de la posible activación del mecanismo de snapback (el restablecimiento automático de sanciones de la ONU contra Irán) por parte de los países europeos, ha advertido que los europeos se han retirado del acuerdo nuclear de 2015, conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) y, por lo tanto, no tienen derecho a utilizar este mecanismo.
“En las conversaciones con las partes europeas dejamos claro que no tienen ningún derecho a recurrir al snapback, porque después de la retirada de EE. UU. del acuerdo y con sus posturas recientes, incluida la propuesta de ‘enriquecimiento cero’, ustedes mismos se han apartado del JCPOA. Por lo tanto, ya no son considerados participantes del JCPOA y el derecho al snapback corresponde únicamente a los miembros que permanecen en el acuerdo”, ha dejado claro.
Irán ha preparado una respuesta a cualquier medida europea para activar snapback
Además, el canciller iraní ha sugerido luego que la reanudación de las hostilidades también significaría el fin del papel de Europa en la diplomacia sobre la cuestión nuclear de Teherán.
Araqchi ha advertido que si bien Irán está trabajando para evitar la activación de snapback, también está preparado para las consecuencias, enfatizando que el impacto económico sería mínimo y el efecto principal sería psicológico.
Al aseverar que la activación del snapback tendría sobre todo repercusiones psicológicas, políticas y estratégicas, ha recalcado que las “sanciones económicas del Consejo de Seguridad [de la ONU] son más limitadas que las sanciones unilaterales de EE.UU., y la activación del snapback no producirá efectos económicos mayor que la situación existente. No se impondrán sanciones más allá de las ya vigentes”.
Según el funcionario, Irán, en colaboración con China y Rusia, ha estado trabajando durante años en un plan para contrarrestar tal escenario.
“Hemos tenido varias reuniones conjuntas y hemos diseñado una serie de medidas conjuntas que implementaremos si se activa el snapback”, ha subrayado.
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