La emblemática plaza de Al Hijaz en pleno centro de la capital siria, Damasco, ha sido escenario de una manifestación que exigió una Conferencia de Diálogo Nacional urgente. Argumentaron que Siria tiene la experiencia necesaria para establecer un gobierno tecnocrático de inmediato. La negativa a hacerlo indica una falta de voluntad para compartir el poder, lo que prolonga la inestabilidad del país.
La manifestación fue interrumpida por partidarios de las nuevas autoridades. Insistieron en que se les dé tiempo a los nuevos gobernantes para consolidar el poder, retrasando la tan necesaria transición política y profundizando la desconfianza pública, pero los manifestantes dijeron que es ahora o nunca e insistieron en alzar la voz.
La mayor preocupación entre los manifestantes es la falta de una hoja de ruta política clara que permita saber el futuro político del país, las libertades y una representación justa de todos los componentes del pueblo sirio.
Los sirios quieren una transición inclusiva y democrática, mientras que los partidarios de las nuevas autoridades piden paciencia. La pregunta sigue siendo: ¿puede Siria lograr un futuro democrático o caerá en las sombras del autoritarismo?
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