“Esto podría ser un punto de no retorno para Daesh, vamos a enterrar a Daesh”, dijo Qani durante una entrevista con el canal británico de televisión BBC.
“Esto podría ser un punto de no retorno para Daesh, vamos a enterrar a Daesh”, aseguró el presidente afgano, Ashraf Qani.
Sus declaraciones se produjeron tras una serie de ataques y enfrentamientos de los integrantes del EIIL con las fuerzas afganas y los talibanes en los últimos meses.
El mandatario afgano aclaró que esta banda terrorista takfirí no proviene de Afganistán y advirtió de que “ha hecho frente al pueblo equivocado”.

Ahora los afganos están motivados “por la venganza”, añadió, pero reconoció los grandes “riesgos” que comportará la lucha contra dicho grupo.
El jefe de Estado de Afganistán pidió, asimismo, una acción conjunta a nivel regional e internacional vía diplomática para crear un consenso regional en la lucha contra Daesh.
El grupo takfirí, que opera activamente en Siria e Irak, ha logrado ampliar su territorio a otros países, como son Libia, Egipto y Afganistán. Los miembros del EIIL decapitaron recientemente a 10 talibanes en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
Por otra parte, el mandatario afgano se refirió al proceso de paz con Talibán, subrayando que, si las conversaciones no comienzan antes de abril, el conflicto podría intensificarse.
En este sentido, exigió a Paquistán que actúe contra los talibanes que se opongan a las conversaciones, ya que, a su juicio, el problema con Talibán está “interrelacionado” y no puede resolverse con el “uso de la fuerza en un único país”.
Las negociaciones entre los representantes de Kabul y Talibán se llevaron a cabo en Paquistán en julio de 2015, en la que fue su primera reunión oficial, pero el proceso se suspendió tras conocerse a finales de ese mes la muerte del líder de Talibán, Mulá Omar.
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