• El sacerdote Justo José Ilarraz entra al tribunal de Paraná para ser juzgado, Argentina, 16 de abril de 2018.
Publicada: martes, 17 de abril de 2018 16:01

La ciudad de Paraná, en Argentina, celebró el lunes la primera jornada del juicio al autor de uno de los mayores escándalos de pedofilia en la Iglesia católica, el sacerdote Justo José Ilarraz. En la jornada se conocieron los tres primeros testimonios que ratificaron las denuncias contra el acusado.

“Se metía dentro de las camas de los muchachos y abusaba de ellos, casi ni dormían por temor a vivir esas situaciones”, dijo el testigo José Francisco Dumoulín, citado por el diario español El País.

Los denunciantes de los abusos a menores por parte del clérigo, cometidos en la aludida localidad argentina, entre 1985 y 1993, también hablaron del encubrimiento de las autoridades eclesiásticas, que “tomaron conocimiento de los hechos y no hicieron nada”. Una de las víctimas incluso dijo que en “tres o cuatro oportunidades” le contó al entonces obispo, Estanislao Karlic, los abusos.

Ilarraz tenía bajo su tutela a los niños y adolescentes que estudiaban en la escuela secundaria orientada al sacerdocio. Según los testimonios, escogía a sus víctimas entre aquellos alumnos del interior de la provincia que vivían en el internado desde los 12 años, la mayoría de los cuales mantenían escasos o conflictivos vínculos con sus familias. 

(El cura Ilarraz) Se metía dentro de las camas de los muchachos y abusaba de ellos, casi ni dormían por temor a vivir esas situaciones”, dijo el testigo José Francisco Dumoulín en la primera jornada del juicio al autor de uno de los mayores escándalos de pedofilia en la Iglesia católica, el sacerdote argentino Justo José Ilarraz.

 

“Siempre eran a la noche, después de las 23.30, se aprovechaba de ser guía espiritual y empezaba con masajes en las camas y luego, con besos”, ratificó otra de las víctimas, conforme pudo reconstruir, por su parte, el rotativo argentino Clarín.

El caso de Ilarraz es uno de los tantos escándalos de pedofilia entre los sacerdotes que han salpicado a la Iglesia católica y que han obligado al Vaticano a reconocer la gravedad de la situación y admitir sus crímenes ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Al respecto, el papa Francisco, desde su elección en 2013, ha tomado algunas medidas para desarraigar el abuso sexual en la Iglesia católica, pero grupos de víctimas señalan que no ha hecho mucho, sobre todo en lo tocante a los obispos que toleran el abuso sexual o lo encubren.

aaf/anz/ftm/rba