Elon Musk y Donald Trump figuran entre sus propietarios, por lo que el conflicto adquiere otra dimensión.
Esta es una buena batalla. Un juez de la Corte Suprema, conocida en Brasil como Tribunal Supremo Federal, denuncia públicamente que los popes de la industria tecnológica global persiguen imponer un proyecto totalitario a escala planetaria.
No está refiriéndose a cualquier conglomerado empresarial interesado en el lucro, habla sobre un pequeño grupo de magnates que acompañaron a Donald Trump en su asunción, un show que estuvo marcado por la reivindicación simbólica del nazi fascismo.
Claro que enfrentarse a un poder hegemónico y con afanes totalitarios nunca es gratuito. Desde Estados Unidos desconocen la autoridad del magistrado y lo acusan de censura, mientras diputados de ultraderecha promueven una ley que habilitaría la deportación o el impedimento para ingresar a su territorio.
La cúpula judicial ha salido en defensa de Alexandre de Moraes, sus colegas del Tribunal Supremo Federal, Gilmar Mendez, Falvio Dino y también la Asociación de Jueces Federales, que emitió un comunicado con un fuerte contenido de defensa de la soberanía.
Andrés Sal.lari, Sao Paulo
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