“La prohibición del cultivo, la compra y venta de narcóticos en Afganistán fue una muy buena acción que puede conducir a mayores resultados con la formulación de una estrategia integral por parte del Gobierno afgano”, ha destacado este lunes Yamshidian en una reunión con una delegación afgana, encabezada por el viceministro de Lucha contra Narcóticos, el teniente general Mulah Abdul Haq Akhund Hammar, en Teherán.
Ha reiterado que los esfuerzos de los talibanes para acabar con el tráfico de drogas en el país tuvieron poco impacto tanto en la producción de opio como en la creciente industria de la metanfetamina.
Yamshidian ha expresado, además que el avance, la paz y el desarrollo de los gobiernos y las naciones iraní y afgana están entrelazados.
“Una estrecha cooperación entre las fuerzas policiales de Irán, Afganistán y posteriormente Pakistán sería una forma adecuada de combatir el tráfico de drogas”, ha añadido.
El funcionario iraní ha puesto énfasis en que la lucha antidrogas requiere trabajo científico, destacando que la policía de la República Islámica, equipada con equipo y entrenamiento modernos, puede transferir experiencia a la Policía afgana.
Por otra parte, Yamshidian ha recalcado que Irán ha estado acogiendo a refugiados afganos durante años. Actualmente, 4,5 millones de inmigrantes afganos regularizados y unos dos millones de indocumentados viven en Irán.
El viceministro del Interior ha afirmado la determinación de Teherán de mejorar la interacción con Kabul y resolver los problemas bilaterales.
A su vez, Akhund Hammar, ha reiterado que no ha habido ninguna prohibición sobre el cultivo, la compra y la venta de narcóticos en Afganistán durante los últimos 45 años, pero el tema se ha abordado en gran medida recientemente.
Además, ha agradecido a Irán por cobijar a los refugiados afganos.
Las autoridades afganas prohibieron todo cultivo de adormidera y todos los estupefacientes mediante leyes estrictas en abril de 2022. En septiembre, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) informó que el tráfico de metanfetamina en Afganistán y sus alrededores había aumentado en los últimos años, a pesar de la promesa de los talibanes de contener el tráfico ilícito de drogas.
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