Dirigentes mapuches analizan las detenciones de efectivos de la policía militarizada de carabineros, agentes que integraban un grupo paramilitar, con fachada indígena, para perpetrar ataques terroristas en la zona sur de Chile.
La detención de dos carabineros, que lideran la resistencia mapuche lafquenche, viene a confirmar que la violencia es una cuestión creada externa y perversamente para ensuciar la causa mapuche, cuya estrategia se instauró en el primer gobierno del presidente, Sebastián Piñera, alrededor del comando Jungla en la macro zona sur.
Entre los 11 detenidos de la desbaratada ‘Resistencia Mapuche Lafkenche’ figuran dos efectivos de la policía militarizada de carabineros: Darwin Carrillo, en servicio activo, y Luis Berna, en retiro.
Esta organización extremista se adjudicó diversos incendios, como cabañas, vehículos y casas de recreo en la sureña región del Bio Bio, hecho que deja en evidencia los vínculos de estos atentados con agentes paramilitares de ultraderecha.
Dedicada también a desprestigiar a la causa mapuche, entonces, eso junto con otra serie de hechos, por ejemplo, lo que pasó con la “operación Huracán” que cuando el tribunal dictó orden de allanamiento y de requisar información el servicio de carabineros, éstos se opusieron y desplegaron sus fuerzas especiales para impedir que procediera la PDI al local.
Señalan que, tras la animadversión hacia el pueblo mapuche, evidencia una matriz ideológica derechista.
Política e intereses comerciales convergen en los actuales resultados persecutorios contra indígenas, soslayando el Estado de derecho y el debido proceso.
Manuel Arismendi, Temuco
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