El gobierno chino apunta a la consolidación de los nexos económicos y comerciales con América Latina y el Caribe. En un escenario marcado por la guerra arancelaria con Estados Unidos, que entró en un período de tregua tras el acuerdo alcanzado el fin de semana en Ginebra, el gigante asiático organiza esta semana en Pekín el Foro de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La ocasión es propicia para la ampliación de una alianza que resulta estratégica para ambas partes.
La adhesión de Colombia a la iniciativa de la Franja y la Ruta de China, un proyecto de desarrollo masivo que financia proyectos de infraestructura, representa un giro significativo en la política exterior del país sudamericano. El Foro China-CELAC también cuenta con la participación del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, quien ha destacado la importancia de la cooperación internacional para alcanzar la prosperidad y la paz entre las naciones.
En tal sentido, el mandatario brasileño ha reiterado sus críticas a la guerra arancelaria desatada por la administración estadounidense de Donald Trump.
De acuerdo con fuentes gubernamentales de Pekín, en 2024 el volumen total de comercio bilateral entre China y América Latina y el Caribe superó los quinientos mil millones de dólares. Tales cifras ubican al gigante asiático como el segundo socio comercial de la región latinoamericana, una relación que apunta a su fortalecimiento.
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