A más de un dólar por barril han subido este miércoles los precios del crudo, tanto en el mercado Brent como en el West Texas Intermediate, debido a las nuevas sanciones estadounidenses contra las exportaciones de petróleo de Irán, incluida una “refinería de tetera” con sede en China, según informes de la agencia británica Reuters.
Esta misma jornada, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos anunció la imposición de sanciones a una refinería en la provincia de Shandong, China, acusándola de comprar más de 1000 millones de dólares en petróleo iraní.
La entidad estadounidense también anunció que varias empresas y embarcaciones involucradas en los envíos fueron añadidas a la lista de sanciones, en un nuevo episodio de la política de máxima presión que impulsa el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el sector petrolero de la nación persa.
Las nuevas restricciones energéticas de Washington han estremecido los mercados, provocando un aumento en los futuros del crudo Brent en 1,08 dólares, a 65,75 dólares por barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate subió 1,14 dólares, a 62,47 dólares.
En febrero pasado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a solo días de haber tomado posesión del cargo, firmó un memorando para reforzar la “máxima presión” sobre Teherán, que según el mandatario busca reducir a cero las exportaciones de crudo iraní. La hostil política de Washington fue catalogada poco después como un experimento fallido por parte de la República Islámica.
Nuevas sanciones a las puertas de segunda ronda de diálogo
Las nuevas medidas contra las exportaciones de crudo iraní se anuncian mientras solo faltan dos días para una nueva ronda de conversaciones indirectas entre Teherán y Washington sobre el programa nuclear pacífico de Irán, tras reunirse el sábado en Omán.
Tras el diálogo en Mascate, capital omaní, la parte estadounidense mostró una postura contradictoria. Steve Witkoff, quien representó a EE.UU. instó a Irán a dejar de enriquecer el uranio como parte de cualquier acuerdo, después de que, en otras ocasiones, descartase un desmantelamiento nuclear total. Irán ha cuestionado la falta de seriedad de la Casa Blanca.
Las actuales políticas estadounidenses desestabilizan no solo el sector energético mundial debido a las restricciones sobre el crudo iraní, sino también a los mercados bursátiles, víctimas de los desaciertos de Washington y su cruenta guerra arancelaria, que podría incluso provocar una recesión económica global.
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