En un informe divulgado este viernes por la inteligencia estadounidense, Washington reconoce que sus ataques selectivos con aviones no tripulados han matado entre 64 y 116 civiles en un total de 473 ataques en países que, oficialmente, no están en guerra con EE.UU., como Paquistán, Libia, Somalia y Yemen.
Esta cifra que es muy inferior a la estimada por varios grupos de derechos humanos, excluye los muertos de los ataques realizados en Irak, Siria y Afganistán, consideradas como zonas de guerra, según informó la oficina del Director Nacional de Inteligencia (DNI).
El informe agrega que esos ataques también dejaron entre 2372 y 2581 muertes de militares y combatientes.
Sin embargo, el número de civiles muertos por los drones contrasta con las estimaciones de grupos independientes que han recopilado e investigado durante años. En lo que va del año, 40 civiles murieron en Libia por estos ataques, otros 150 en Somalia y decenas más en Yemen.
Un nuevo emitido por la Oficina de Periodismo de Investigación, con sede en Londres (capital británica), estima que hasta 358 civiles han perdido la vida con aviones no tripulados estadounidenses, mientras que otros grupos hablan de alrededor de 1100 bajas.
El pasado septiembre, el Buró del Periodismo Investigativo reveló que la presente Administración ha ordenado 10 veces más ataques de drones que la que estuvo a cargo de George W. Bush (antecesor de Obama).
Sin embargo, EE.UU. nunca ha expresado su pesar ni ha pedido perdón por el asesinato masivo de civiles que han cometido sus fuerzas en estos países.
Esta misma jornada, junto con el informe, Obama ha firmado un decreto que ordena revelar anualmente la información sobre las muertes causados por los drones, aunque su sucesor en la Presidencia podría decidir no hacerlo.
myd/ncl/rba