"De alguna forma, esto se ha tornado rutina. Mi respuesta, en esta sala, se ha convertido en una rutina", dijo Obama en la Casa Blanca el jueves después de que un hombre llevase a cabo un tiroteo en una universidad de Oregón, en el noroeste del país, que dejó un saldo de al menos 15 muertos —incluido el propio atacante abatido por la policía— y 20 heridos.
De alguna forma, esto se ha tornado rutina. Mi respuesta, en esta sala, se ha convertido en una rutina", dijo el presidente de EE.UU., Barack Obama, desde la Casa Blanca.
El presidente centró sus declaraciones en la necesidad de aprobar nueva legislación para regularizar la posesión de armas, ya que este tipo de tiroteos suceden con frecuencia en todo el país, por lo que hizo un llamado al Congreso a discutir una legislación sobre control de armas de fuego.
Obama argumentó que aunque es cierto que este tipo de ataques los cometen mayormente gente mentalmente enferma, no son "el único país en la tierra que tiene gente con enfermedades mentales que quiere hacer daño a otros" pero que sin embargo, si que son el "único país avanzado en la tierra testigo de este tipo de tiroteos cada pocos meses".
Sin embargo, Obama también calificó como rutina "la respuesta de aquellos que se oponen a cualquier tipo de legislación sobre armas que tenga sentido común". Esto se debe a que lobbys armamentistas como el de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) —con gran influencia en Wahington— han sido muy activas para echar por tierra los intentos por aprobar medidas para reformar las leyes de armas en el Congreso.
"Esto es algo que debemos politizar", dijo Obama, pidiendo a los estadounidenses de cualquier partido político que exijan a sus líderes electos que se responsabilicen de actuar a la vez que llamó a los dueños de armas, que las usan tanto para protección personal como para para cazar o para practicar un deporte, a reflexionar sobre si el lobby proarmas realmente representa sus puntos de vista sobre el asunto.
En otra parte de sus declaraciones puntualizó que "hay aproximadamente un arma de fuego por cada hombre, mujer y niño" y cuestionó como alguien "puede argumentar que más armas nos tornan más seguros".
El presidente Obama y el vicepresidente Joe Biden concertaron un intento -—fracasado— para presentar amplias reformas del control de armas después del tiroteo de una escuela de niños pequeños en Connecticut, en 2012. En este sentido, Obama señaló que "tenemos un Congreso que explícitamente nos impide siquiera recoger información sobre cómo podemos reducir las muertes violentas".
Aunque después de cada suceso de este tipo, Obama ha insistido en una necesidad de reformas en este ámbito, es poco probable que pueda sacar adelante ningún proyecto de control de armas en el Congreso en el que la mayoría es republicana.
A finales del mes pasado, Obama advirtió deque el número de muertes por tiroteos en EE.UU. es mucho mayor que el ocasionado por el terrorismo. Según un informe, la violencia armada ha causado la muerte en el país, desde 1989, de más estadounidenses que todas las guerras de este país desde su independencia.
En lo que va de año, al menos 9941 personas han muerto y 20.246 han resultado heridas como consecuencia de la violencia armada en EE.UU., según un balance de la organización Gun Violence Archive (GVA).
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