La Unión de Oxford, una sociedad de estudiantes de la prestigiosa Universidad de Oxford, organizó el jueves por la noche un debate sin precedentes en el que se discutía si Israel es un “estado de apartheid responsable de genocidio”.
Después de un acalorado debate entre oradores de grupos propalestinos y partidarios israelíes, la moción “esta Cámara cree que Israel es un estado de apartheid responsable de genocidio”, fue aprobada por una abrumadora mayoría de 278 votos a favor y 59 en contra, etiquetando así oficialmente a Israel como apartheid y genocida.
Entre los oradores que apoyaron la moción se encontraban el presidente de la Unión de Oxford (conocida como la Oxford Union), Ebrahim Osman Mowafy; el activista y escritor israelí-estadounidense Miko Peled; el escritor y poeta palestino Mohammed El-Kurd y la destacada escritora palestino-estadounidense Susan Abulhawa.
El presidente del sindicato denunció la guerra del régimen de Israel contra Gaza como un “holocausto”.
A un orador proisraelí, Yoseph Haddad, le ordenaron que abandonara la sala por falta de decoro después de llamar a la audiencia “partidarios del terrorismo” cuando lo abuchearon durante su discurso.
Durante el debate, Peled calificó de “heroica” la operación del 7 de octubre de los grupos de Resistencia palestina contra Israel.
“Lo que ocurrió el 7 de octubre no fue terrorismo: fueron actos de heroísmo de un pueblo oprimido”, indicó el activista y pidió un Estado palestino “desde el río hasta el mar”, según el periódico estudiantil de la Universidad de Oxford, Cherwell.
El debate de la Oxford Union se produce días después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su ex ministro de asuntos militares Yoav Gallant, por crímenes de guerra en la Franja de Gaza.
Susan Akram, directora de la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston, destacó el papel que debe desempeñar la sociedad civil para presionar al régimen de Tel Aviv a fin de que ponga fin a la guerra.
“La opinión pública y la sociedad civil tienen un papel muy importante que desempeñar a la hora de presionar a sus gobiernos para que cumplan con las órdenes de la CPI. De hecho, la sociedad civil ya ha desempeñado un papel importante al presentar pruebas tanto a la CPI como a la CIJ (Corte Internacional de Justicia) que han contribuido a las decisiones y órdenes de ambos tribunales”, afirmó Akram.
Israel lanzó una guerra genocida en la Franja de gaza desde el 7 de octubre después de la operación Tormenta de Al-Aqsa ejecutada por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en respuesta a las décadas de las atrocidades cometidas por el régimen israelí contra los palestinos.
La sangrienta ofensiva del régimen contra Gaza ha matado hasta ahora a 44 382 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a otros 105 142.
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