Mediante una declaración emitida el miércoles, el gobierno sandinista, presidido por Daniel Ortega, se solidarizó “una vez más con los heroicos pueblos de Palestina, Siria, El Líbano, Irán, y todo el digno mundo árabe que hoy vive la reiteración de la brutalidad y el salvajismo de la guerra y todas sus aberraciones”.
Fustigó al régimen sionista por cometer atrocidades en Gaza y El Líbano de manera cotidiana y por “despreciar al mundo entero y las instituciones y pueblos” que denuncian los crímenes de Israel.
“Nos unimos al clamor planetario para detener ese nuevo holocausto que amenaza con extenderse y generar más destrucción, masacre, aberración y muerte”, abogó Managua.
El Ejecutivo sandinista hizo hincapié en que la justicia “debe ser para todos”, por lo que exigió cesar intentos de Israel y el imperialismo de llevar a cabo una campaña de “exterminio” contra los pueblos de Asia Occidental. “Clamamos para que cese el infierno que siguen desatando los enemigos de la humanidad”, dijo en alusión a Israel y Estados Unidos.
Nicaragua, se lee en el texto, se solidariza “con todos esos pueblos y Gobiernos que hoy enfrentan las nuevas oleadas de matanza e imperdonable intento de exterminio” y condena “todos los crímenes de lesa humanidad del sionismo y sus aliados del primer mundo”.
La guerra genocida israelí en Gaza cumplirá el 7 de octubre su primer año sin un final a la vista. Al menos 41 788 personas, la mayoría mujeres y niños, han perdido la vida como consecuencia de los ataques indiscriminados israelíes en el enclave, mientras que Israel continua con sus esfuerzos de extender la guerra a toda la región, agrediendo El Líbano, Siria, Yemen y violando la soberanía nacional iraní en varias ocasiones.
Nicaragua se ha sumado a los esfuerzos legales iniciados por Sudáfrica para enjuiciar al régimen sionista por genocidio y crímenes de guerra en Gaza y a los que se han incorporado Cuba, España, México, Colombia y Libia. Otros países han avanzado además su interés en apoyar esta iniciativa.
La declaración de Nicaragua se produce un día después de que Irán lanzó un importante ataque con al menos 180 misiles contra objetivos militares del régimen de Israel en respuesta a las agresiones israelíes.
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