Trump, quien regresará a la Casa Blanca la próxima semana, ha dicho que planea imponer aranceles punitivos del 25 por ciento a las importaciones canadienses como parte de su política económica y exterior, que también apunta a México, China y otros socios.
En respuesta, Joly advirtió el viernes que este conflicto podría ser el más grande en décadas entre Canadá y Estados Unidos. Indicó que, de implementarse, los estadounidenses estarían iniciando una guerra comercial contra Canadá.
Además, aseguró que el país está preparado para ejercer la máxima presión en caso de que Trump lleve a cabo sus amenazas de imponer nuevos aranceles, lo cual tendría un fuerte impacto en los consumidores y empleos canadienses.
La advertencia de Joly se produjo después de que visitó Washington del 15 al 17 de enero para reunirse con líderes del gobierno estadounidense para discutir temas urgentes como el comercio bilateral y la seguridad a lo largo de la frontera de 8891 kilómetros entre los dos países norteamericanos.
El primer ministro canadiense saliente, Justin Trudeau, hizo comentarios similares el viernes en una reunión del recién creado Consejo de Relaciones Canadá-EE.UU., prometiendo responder si Trump cumple con su amenaza de imponer aranceles a las importaciones canadienses.
“Nadie quiere ver aranceles estadounidenses impuestos a nuestros productos. Pero Canadá estará lista con una respuesta nacional si la necesitamos”, alertó Trudeau.
Hablando con MSNBC a principios de esta semana, el primer ministro canadiense saliente dijo que Ottawa no busca una guerra comercial con la nueva administración, pero tendrá que tomar represalias si Estados Unidos impone aranceles a los productos canadienses.
Informes de los medios citaron fuentes del gobierno canadiense diciendo que Ottawa está preparada para imponer aranceles a los productos estadounidenses, incluidos productos de acero, cerámica, azulejos, cristalería y jugo de naranja, en una primera fase que podría extenderse.
Según Trump, una de sus principales prioridades al asumir el cargo el 20 de enero será imponer aranceles elevados a las importaciones de China, Canadá y México. Según él, esta medida “protegería” los empleos en Estados Unidos y fortalecería la industria manufacturera del país.
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