• Momento del disparo de misiles iraníes contra objetivos israelíes.
Publicada: miércoles, 2 de octubre de 2024 18:45

Finalmente, tras diversas especulaciones en círculos políticos y mediáticos sobre cómo reaccionaría Teherán ante la serie de asesinatos cometidos por Israel, Irán lanzó un segundo ataque directo a los territorios ocupados desde su propio territorio alrededor de las 20:00 horas del martes.

Por Xavier Villar

En un comunicado oficial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, se informó que estos ataques con misiles se enmarcan en la operación “Promesa Verdadera 2”, ejecutada bajo el nombre en clave “¡Oh Mensajero de Dios!” y dirigidos contra objetivos de seguridad e inteligencia en Israel.

El Cuerpo de Guardianes publicó su comunicado apenas unos minutos después del inicio de la operación, señalando que: “La gran comunidad islámica, la noble y mártir nación iraní, momentos atrás, tras un período de contención frente a la violación de la soberanía de la República Islámica de Irán en el asesinato del mártir luchador, el Dr. Ismail Haniya, por el régimen sionista, y en virtud del derecho del país a la legítima defensa bajo la Carta de las Naciones Unidas, ha respondido a la intensificación de las atrocidades del régimen, apoyadas por Estados Unidos en la masacre de Líbano y Gaza. En este contexto, y en homenaje al martirio del gran luchador, líder del eje de la Resistencia y secretario general del orgulloso Hezbolá, el mártir Hassan Nasrallah, así como del comandante valiente y asesor principal del CGRI en el Líbano, el Mayor General Seyed Abás Nilforoushan, la Fuerza Aeroespacial del CGRI ha lanzado decenas de misiles balísticos contra objetivos militares y de seguridad clave en el corazón de los territorios ocupados”.

El comunicado también advertía que “esta operación ha sido aprobada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional y ordenada por el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, con el apoyo del Ejército de la República Islámica de Irán y el Ministerio de Defensa. Se advierte que, si el régimen sionista responde militarmente a esta operación, que está en conformidad con el derecho internacional y los derechos legítimos del país, enfrentará ataques devastadores y demoledores”.

Simultáneamente, la representación de Irán en la ONU emitió otro comunicado sobre el ataque con misiles a los territorios ocupados, declarando que “la respuesta jurídica, lógica y legítima de Irán a las acciones terroristas del régimen sionista, que apuntaron a ciudadanos e intereses iraníes y violaron la soberanía nacional de la República Islámica, fue llevada a cabo”.

Según varios informes, esta operación se realizó mediante el lanzamiento de misiles balísticos. Canales locales iraníes, citando fuentes del Cuerpo de Guardianes, afirmaron que aproximadamente 400 misiles fueron disparados hacia objetivos militares en Tel Aviv y sus alrededores. Por su parte, medios israelíes informaron que varios misiles iraníes habían sido lanzados contra objetivos situados en el centro y sur de la Entidad Colonial.

La prensa iraní, citando fuentes cercanas a la operación, afirmó que “más del 80 % de los misiles en la primera oleada impactaron en los objetivos previstos”. Además, se indicó que la sede del Mossad, la inteligencia israelí, fue completamente destruida en el ataque, aunque esta información aún no ha sido confirmada ni desmentida por las autoridades coloniales, que han prohibido cualquier tipo de fotografía que muestre los daños provocados por la operación iraní.

Otro de los objetivos de los misiles iraníes fue la base militar de Nevatim, situada en el sur de los territorios ocupados. Esta base alberga los dos escuadrones de cazas F-35 de quinta generación de la Fuerza Aérea de Israel y estaba prevista para recibir un tercer escuadrón una vez que se entregaran más unidades. Fuentes de medios iraníes han informado que la instalación fue “completamente destruida” durante el ataque. 

Imágenes desde Israel confirman el impacto de decenas de misiles balísticos que las defensas aéreas del país, conocidas como la “Cúpula de Hierro”, no lograron interceptar. La incapacidad de intercepción de la “Cúpula de Hierro” o “Iron Dome” en inglés, evidenciada en cientos de vídeos en línea, se explica, según fuentes militares, por su propio diseño. Este sistema de defensa fue concebido específicamente para interceptar y neutralizar cohetes de corto alcance y proyectiles de mortero, principalmente lanzados desde Gaza. En este contexto, ha demostrado ser eficaz, logrando interceptar un alto porcentaje de las amenazas entrantes.

Sin embargo, cuando se trata de misiles hipersónicos que superan velocidades de Mach 5 y poseen trayectorias altamente maniobrables, ningún sistema de defensa aérea existente en el mundo, incluido el “Iron Dome”, ofrece una disuasión creíble. Los misiles hipersónicos presentan desafíos únicos debido a su velocidad, la imprevisibilidad de su trayectoria y su capacidad para evadir los sistemas de radar, lo que los convierte en una amenaza extremadamente difícil de contrarrestar con tecnologías de defensa tradicionales.

Según medios iraníes, en la operación “Promesa Verdadera II” se utilizaron varios tipos de misiles. Entre ellos, los misiles Ghadr, presentados en público en 2005 y disponibles en tres versiones: el Ghadr-S, con un alcance de 1,350 km; el Ghadr-H, con 1,650 km; y el Ghadr-F, que alcanza los 1,950 km. También se lanzaron misiles balísticos Emad con un alcance de 1,700 km. Por último, el CGRI empleó el misil hipersónico Fattah-1, que tiene un alcance de 1,400 km y una velocidad terminal de Mach 13 a 15 (16,000 a 18,500 kilómetros por hora).

En términos generales, la operación responde a la necesidad de Irán de recuperar su “capacidad de amenaza” ante las continuas agresiones de Israel, apoyadas por Estados Unidos. En este sentido, es interesante destacar un artículo publicado por la revista estadounidense Politico, que se alinea con el consenso liberal, en el que se dejaba claro que existía un plan articulado entre EE. UU. e Israel para invadir Líbano y redibujar la región.

Irán ha intentado por todos los medios evitar caer en las provocaciones sionistas, reiterando su intención de lograr un alto el fuego en Gaza y asegurando que nunca buscó iniciar una guerra que pusiera en riesgo la estabilidad regional. Sin embargo, la República Islámica es consciente de que la escalada genocida de Israel, tanto en Palestina como en Líbano, tiene como objetivo final a Irán y el rediseño político de la región, algo inasumible desde un punto de vista político-militar. 

La contención de la República Islámica ante los ataques sionistas también sirve para cuestionar la narrativa predominante en Occidente, que presenta a Irán como un actor irracional y de comportamiento impredecible. Las acusaciones de “irracionalidad” contra el gobierno iraní están estrechamente vinculadas a la idea de que busca exportar su revolución a la fuerza en toda la región y que su preferencia regional es el caos.

Este discurso que asocia a la República Islámica con la violencia y la irracionalidad se vio desafiado por la forma en que se desarrolló la respuesta iraní. En un momento de máxima tensión regional, generado por el comportamiento provocador de Israel, Irán demostró una contención y una visión estratégica que merecen ser destacadas. También es relevante señalar una diferencia fundamental en cómo Irán e Israel manejan la división entre amigos y enemigos.

Mientras que Israel busca causar el mayor número de muertes en cada ataque, haciendo todo lo posible por no evitarlas y, de hecho, incrementarlas, Irán, como se ha visto en este ataque, ha evitado conscientemente atacar objetivos considerados “civiles” (aunque en un contexto colonial como el de Palestina, la categoría de “civil” se difumina, ya que todos los colonos se benefician, en mayor o menor medida, de la ocupación).

El filósofo Walter Benjamin habló de la diferencia entre la violencia mítica y la violencia divina. La primera busca asegurar el poder y mantener divisiones jerárquicas, mientras que la segunda busca rehumanizar lo sagrado de la vida. No se pretende sugerir que la respuesta de Irán a la violencia israelí encaje en la categoría de “violencia divina” explicada por Benjamin. Sin embargo, es importante señalar que, incluso en un contexto de conflicto militar, existen dos enfoques distintos para alcanzar los objetivos: por un lado, la manera cruel y brutal, y por otro, una forma contenida que muestra respeto por las vidas de aquellos que, en muchos casos, se benefician y apoyan la ocupación colonial genocida de Palestina.