Por: Dr. Ali Akbar Salehi *
El monte Damavand, con su pico nevado elevándose sobre las nubes, se yergue como un guardián silencioso sobre la meseta iraní, encarnando tanto la resistencia como la majestuosidad.
La lengua persa, rica en matices y profundidad histórica, atesora siglos de sabiduría, poesía y filosofía. En el corazón de esta constelación cultural, las voces de Ferdosi, Hafez, Molavi y Saadi continúan moldeando el alma iraní.
El Shahnameh de Ferdosi, la monumental epopeya de héroes nacionales, constituye la base de la autocomprensión iraní, mientras que la brillantez lírica de Hafez y la claridad ética de Saadi guían la conciencia moral de las generaciones sucesivas.
Dentro de este paisaje cultural y de civilización, el Golfo Pérsico forma parte intrínseca e inseparable de la identidad histórica de Irán. Conocido durante siglos como Khalij-e-Hamīshegī Fārs (el “Golfo Pérsico Eterno”), esta antigua masa de agua está profundamente arraigada en la esencia de la vida iraní.
Sus costas, islas y mareas han resonado con los ritmos de la civilización persa durante generaciones, y su nombre evoca una perdurable continuidad cultural.
Every historic map on display at the Qatar National Museum shows the name "Persian Gulf."
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El Golfo Pérsico es más que una frontera marítima meridional. Es un espejo en el que los iraníes se han reflejado desde hace mucho tiempo. Sus aguas cristalinas y límpidas reflejan no solo el cielo, sino también el alma de una civilización: su memoria, su orgullo y su perdurable presencia.
Este espejo revela más que solo geografía. Captura el espíritu, el patrimonio cultural y la profundidad histórica que definen la identidad iraní.
Desde la antigüedad hasta la actualidad, el Golfo Pérsico ha sido una arteria vital que conecta el corazón de Irán con el resto del mundo.
Durante los reinados de los imperios aqueménida y sasánida, y posteriormente a través de los florecientes centros comerciales de Siraf y Ormuz, el Golfo Pérsico fue una vía para el comercio, la diplomacia y el intercambio cultural. Sus puertos acogieron a comerciantes, eruditos y navegantes cuyas vidas y cosmovisiones se vieron influenciadas por las costumbres, el idioma y los valores persas.
Los ecos del ingenio y la resiliencia iraníes aún perduran en las piedras de sus ciudades costeras. Rememorar la historia del Golfo Pérsico es afirmar la presencia perdurable e inquebrantable de Irán: consciente de sí mismo, arraigado y resuelto.
Tanto en tiempos de triunfo como de adversidad, el Golfo Pérsico ha reflejado la firmeza de la identidad iraní.
Los intentos de ciertos actores extranjeros de renombrar el Golfo Pérsico con fines políticos no solo carecen de fundamento histórico, sino que también son irresponsables desde el punto de vista ético y diplomático.
We check today's maps: Persian Gulf. We examine ancient maps: still Persian Gulf.
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For thousands of years, history agrees on its identity. #PersianGulf pic.twitter.com/ZOpfm7diQw
El nombre Golfo Pérsico está consagrado en miles de años de registros cartográficos, literatura clásica, tratados y documentación internacional. No está sujeto a revisión por agendas políticas pasajeras ni presiones geopolíticas.
Manipular un nombre tan profundamente arraigado en la conciencia histórica de un pueblo es intentar, en vano, borrar parte de su identidad. Tales maniobras no son legítimas ni sostenibles.
No comprenden que la geografía cultural no está dictada por los caprichos del poder, sino por las verdades perdurables de la historia, la erudición y la memoria colectiva de las civilizaciones.
Para el pueblo de Irán, invocar el nombre del Golfo Pérsico no es una mera referencia geográfica. Es una profunda expresión de pertenencia. El mismo sentimiento de pertenencia que une a cada corazón iraní con la cima del Damavand, con la inquebrantable defensa de nuestra lengua por parte de Ferdowsi y con las reflexiones morales y místicas de Saadi y Hafez.
Estos no son símbolos aislados. Forman una narrativa coherente y armoniosa. Cada elemento se refuerza mutuamente. Cada nombre es un verso de la epopeya colectiva de la identidad iraní.
* El Dr. Ali Akbar Salehi preside la Fundación Iranológica. Anteriormente fue ministro de Asuntos Exteriores de Irán (2011-2013) y director de la Organización de Energía Atómica de Irán (2013-2021).
Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.