“Lo que está sucediendo es un genocidio en toda regla, que se está cometiendo ante los ojos de un mundo impotente, mientras más de dos millones y medio de personas son asesinadas en la sitiada Franja de Gaza”, ha señalado este sábado el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), mediante un comunicado dirigido a los líderes árabes asistidos en la 34. ª edición de la cumbre árabe en Bagdad (capital iraquí).
HAMAS ha destacado que el régimen de Israel continúa “perpetrando masacres contra civiles, atacando barrios residenciales y refugios, lo que causa cientos de muertos y heridos, en medio de un bloqueo asfixiante y un corte total de la ayuda”.
En cuanto a las atrocidades llevadas a cabo por el ejército israelí en norte de Gaza, la Resistencia palestina ha señalado que cientos de familias se han obligado a abandonar sus hogares para escapar de la muerte debido a los crecientes bombardeos aéreos y de artillería de la entidad sionista.
HAMAS ha llamado a la cumbre árabe a asumir sus responsabilidades históricas y a “asumir medidas prácticas para detener la agresión, levantar el asedio e implementar las decisiones de la cumbre de Riad que piden romper el asedio y garantizar la entrada de la ayuda”.
También, la Resistencia palestina ha exigido la imposición de sanciones árabes e internacionales urgentes contra Israel y que “sus dirigentes rindan cuentas como criminales de guerra”.
Además, ha pedido a los pueblos y a las fuerzas libres del mundo para que intensifiquen una urgente campaña de solidaridad mundial para exponer los crímenes de la ocupación y la política de genocidio y hambre.
En la misma jornada, ha empezado la 34.ª cumbre árabe en Bagdad para abordar la guerra en Gaza, la situación en Siria y los desafíos económicos que amenazan la estabilidad regional.
El genocidio israelí flagrante causa un creciente panorama precario para la población de Gaza, donde desde octubre de 2023 Israel ha matado a al menos 53 119 palestinos.
De igual manera, una cifra superior a los 120 214 palestinos ha resultado heridos. Además, el pueblo gazatí enfrenta una hambruna inminente que podría causar la muerte de la población entera, siendo los grupos más vulnerables —los niños y los ancianos—.
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