En las últimas 48 horas, el ejército israelí ha emitido declaraciones sorprendentes tras el colapso de las negociaciones en Catar. Aseguran que a partir de ahora los bienes comerciales y ayudas serán introducidos por el cruce de Rafah y que se permitirán lanzamientos aéreos de ayuda. Además, anunciaron la creación de corredores seguros para la entrada de alimentos y medicinas, y una suspensión táctica de la actividad militar en zonas específicas. Sin embargo, sobre el terreno, la situación es totalmente contraria a lo anunciado.
El lunes debía comenzar el primer día de implementación de esta entrada de ayuda con su correspondiente “pausa humanitaria”. Sin embargo, apenas han entrado camiones y las bombas y los ataques no cesaron. La ayuda lanzada por aire cae en zonas controladas por el ejército israelí, imposibilitando que la población acceda a ella. Asimismo, la población asegura que todo esto es una gran mentira para silenciar la opinión pública.
Esto ocurre en medio de una creciente presión internacional que acusa a Israel de utilizar el hambre como arma de guerra. Las medidas anunciadas parecen responder más a una estrategia de propaganda que a una verdadera voluntad de alivio humanitario. La población sigue atrapada, hambrienta y bajo fuego.
Aquí, en Gaza, no se ve la entrada de ayuda humanitaria, solo se ve cómo las promesas se convierten en mentiras. La gente espera ayuda, y lo único que recibe son explosiones. Israel habla de pausas humanitarias, pero Gaza sigue muriendo en silencio.
Huda Hegazi, Gaza.
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