La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) anunció el viernes que más del 83 por ciento de las personas con discapacidad en la bloqueada Franja de Gaza no tienen acceso a los dispositivos de asistencia que necesitan.
La UNRWA señaló los dispositivos necesarios para las personas con discapacidades incluyen sillas de ruedas, audífonos y otras herramientas, así como las baterías para estos dispositivos, que están en escasez crítica.
La falta de dispositivos de asistencia dificulta exponencialmente, si no lo hace imposible, el acceso a la atención médica y a alimentos, señaló la agencia.
“Carecen de todo: alimentos, dispositivos de asistencia, atención médica”, agregó.
La UNRWA estima que uno de cada cuatro gazatíes ha adquirido una nueva discapacidad como resultado de la guerra genocida de Israel contra Gaza, lo que requiere tratamiento y rehabilitación.
Ammar Dwaik, director general de la Comisión Independiente Palestina para los Derechos Humanos, comentó que un promedio de 15 niños sufre nuevas discapacidades cada día. Al menos 35 000 personas tienen “daños auditivos significativos” debido a las explosiones recurrentes. Según algunos grupos de derechos humanos, Gaza tiene el mayor número de niños amputados en la historia moderna.
“En una situación normal, las personas con discapacidades son las que más sufren. Y en tiempos de guerra, por supuesto, la situación se agrava aún más”, indicó Muhannad Salah al-Azzeh, miembro del Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, durante un diálogo público esta semana en Ginebra.
Al-Azzeh señaló que para las personas con discapacidades de movilidad que no tienen familiares o amigos dispuestos a traerles ayuda vital, puede ser simplemente imposible acceder a ella.
Sin embargo, según Héctor Sharp, un representante de la UNRWA presente en la reunión de Ginebra, llegar a la ayuda vital se ha convertido en una cuestión de vida o muerte incluso para las personas sanas en Gaza.
El representante de la UNRWA en Ginebra destacó que, para las personas con discapacidades, esto es casi imposible.
“Llegar [a los puntos de distribución] y tener que competir físicamente por esta ayuda es difícil para todos los palestinos, pero aún más para las personas con discapacidades a quienes se les coloca efectivamente la ayuda fuera de su alcance”, precisó Sharp.
El Fondo Humanitario para Gaza respaldado por Estados Unidos e Israel, por ejemplo, solo tiene unos pocos puntos de distribución en toda la Franja de Gaza, ya que elude todas las operaciones establecidas de la ONU y las ONG, lo que obliga a las personas a caminar largas distancias con la esperanza de recibir pequeñas cantidades de comida.
Las personas con discapacidad en Gaza enfrentan “desafíos inmensos” las 24 horas del día y requieren asistencia constante para satisfacer sus necesidades básicas, según el Global Protection Cluster, una red internacional que reúne a organizaciones humanitarias y actores internacionales, con el objetivo de coordinar y mejorar la protección de las personas en situaciones de crisis, como conflictos armados, desastres naturales y otras emergencias.
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