Estas políticas impuestas van en detrimento de los intereses populares, del medio ambiente y de la propia soberanía nacional.
Sin embargo, esta arremetida antipopular también está logrando la identificación de los panameños marginalizados, más aún para rechazar la persecución contra aquellos dirigentes y lideres sociales que levantan la voz contra las injusticias.
Las últimas manifestaciones de descontento social en Panamá recogen el rechazo contra la aplicación de políticas identificadas como neoliberales desde distintas organizaciones populares.
Según lo ha expresado el presidente José Raúl Mulino, estas medidas buscan reactivar la economía local ante las amenazas para la inversión en el país reveladas recientemente por distintas calificadoras internacionales.
Temas como la reactivación de las operaciones mineras en la región de Donoso o el embalse de la cuenca del Río Indio promovido por la Autoridad del Canal de Panamá para hacer frente a la escasez de agua, dan cuenta de este desequilibrio, en el que no está primando la necesidad social.
De ahí proviene el rechazo a la persecución de dirigentes que levantan la voz contra estas injusticias sociales, aunque de manera paralela, esta línea dura, también parece ir amalgamando otro tipo de cohesión entre los panameños.
John Alonso, Ciudad de Panamá.
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