Fue un momento inimaginable para muchos: la implementación de un acuerdo histórico que eliminó un conflicto de 12 años entre Irán y las potencias occidentales.
El presidente iraní asegura que su país ha alcanzado sus principales objetivos, que eran la eliminación de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la nación persa y el levantamiento de todas las sanciones.
Ni donativo ni compasión. El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, recalca que el levantamiento de las sanciones no es un favor de Estados Unidos.
Nada más implementarse el acuerdo, EE.UU. volvió a imponer sanciones contra Irán. Medidas restrictivas que apuntan a algunos individuos y empresas iraníes por el programa de misiles persa.
Lo contradictorio es que EE.UU. vende armas por valor de millones de dólares a los rivales de Irán. Teherán recuerda que, como todos, tiene derecho a defenderse.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, califica como "adicción a la presión y la coerción" las recientes sanciones de EE.UU. contra Irán por su programa de misiles.
Sanciones que, en el caso del programa nuclear iraní, en vez de paralizarlo lo impulsaron aún más, sin que se resolviera el conflicto más que cuando ha habido por fin diálogo y respeto.
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