Publicada: lunes, 23 de enero de 2023 9:22

Los enemigos declarados de Irán han pasado meses tramando complots para sabotear los esfuerzos del pueblo persa en el camino hacia su desarrollo.

Los disturbios que vivió hace poco algunas partes de Irán estallaron a raíz de la muerte de Mahsa Amini, una joven que perdió la vida el pasado 16 de septiembre después de que fuera llevada a una comisaría en Teherán, capital de Irán, por la policía para participar en una clase de educación y orientación sobre las normas de la vestimenta.

La muerte de Mahsa fue explotada de inmediato por cadenas de televisión financiadas por Arabia Saudí como “Iran International” y otros medios como “BBC” para incitar más disturbios y violencia, que culminaron en un ataque terrorista registrado el pasado 26 de octubre en la ciudad sureña de Shiraz. El grupo terrorista Daesh asumió la responsabilidad del atentado.

República Islámica de Irán, frente a una guerra híbrida

Los métodos y tácticas que se utilizan en los conflictos híbridos son bastante diferentes de los que se emplean en las operaciones militares convencionales.

La guerra híbrida, incluye sanciones económicas, ataques cibernéticos, campañas de desinformación, fomento del caos y ataques terroristas ciegos, avivar las divisiones sociales a lo largo de divisiones religiosas y étnicas, y respaldar movimientos secesionistas.

Existe una conexión clara entre los desarrollos que han estado ocurriendo en Irán y el uso de la guerra híbrida, que tiene la propaganda como su componente principal y más esencial.

De hecho, las estaciones de televisión anti-Irán han servido como agentes en Irán.

Silencio ensordecedor del Occidente sobre atentado en Shiraz

Tras el mortífero ataque terrorista en Shiraz, diferentes países y políticos han condenado la masacre y ofrecido sus condolencias a la nación y el gobierno iraníes.

La Cancillería de Venezuela en un comunicado condenó el ataque terrorista en Shiraz. Siria también denunció que esta tragedia demostró que el terrorismo es uno de los medios oficiales de Estados Unidos para atacar la estabilidad y seguridad de otros países con el objetivo de hacerlos ceder ante las presiones.

Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Azerbaiyán condenó el ataque terrorista en Shiraz y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas.

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, condenó enérgicamente el ataque terrorista en Shiraz y catalogó las acciones que apuntan a los centros religiosos como atroces.

Paquistán y Omán, de igual manera, condenaron dicho ataque terrorista y expresaron su solidaridad con la República Islámica de Irán por la pérdida de vidas de varios civiles.

Aun así, viendo cómo un terrorista de Daesh mata a sangre fría a civiles en el suroeste de Irán, la hipocresía occidental en el trato con el terrorismo ha quedado expuesta, ya que las capitales occidentales optaron por guardar silencio sobre el atentado en Shiraz.

Ese silencio demuestra que la base de la comprensión occidental del terrorismo es selectiva y dualista.

Para el Occidente hay terrorismo malo y bueno

El fantasma del terrorismo recorre el mundo. Sus zarpas asoman lo mismo en Asia, América Latina y Europa. Y la cara más denunciada en todo el mundo es Daesh, que colocó a Al-Qaeda en el plano de aprendiz de pirómano. Pero, parece que la política de países occidentales encabezados por EE.UU. respecto al terrorismo lo divide en dos partes; terrorismo bueno y terrorismo malo.

El terrorismo es bueno cuando tiene como objetivo países como Irán, pero es malo cuando tiene como objetivo los intereses estadounidenses.

El terrorismo es un problema mundial, puesto que nada viola más los derechos humanos que este flagelo. Para combatir el terrorismo transfronterizo, el mundo necesita cooperación transfronteriza.

No obstante, antes que nada, todos los países deben llegar a un consenso sobre la definición de terrorismo. Si no se llega a este consenso, no se puede luchar de forma común contra el terrorismo. La determinación de combatir el terrorismo de manera unida y la narrativa del terrorismo bueno y el terrorismo malo no pueden ir juntos.

Para concluir hay que recalcar que el terrorismo no se escinde en bueno y en malo. Terrorismo es uno y es punible.