El director general para Europa occidental del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Alireza Yusefi, ha convocado este viernes al embajador británico en Teherán, Hugo Shorter, para transmitir la protesta de Teherán por los reiterados alegatos infundados de las autoridades británicas contra la República Islámica.
Yusefi ha precisado que dichas acusaciones son contrarias a los principios y normas del derecho internacional y la costumbre diplomática, e intensificarán la desconfianza de la nación iraní hacia las políticas de Londres en cuanto a Irán y la región de Asia Occidental.
Al respecto, ha subrayado la necesidad de reconsiderar y reformar los enfoques no constructivos del Gobierno británico hacia el país persa. El diplomático británico ha declarado que comunicaría el asunto a su Gobierno respectivo.
La reacción de Irán se produce luego de que el ministro de seguridad británico, Dan Jarvis, anunció el martes que “todo el Estado iraní, incluidos los servicios de inteligencia, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) y el Ministerio de Inteligencia, será incluido en el nivel más alto del nuevo esquema de registro de influencia extranjera”.
Sin presentar pruebas o documentos, Jarvis afirmó que Teherán está bajo un alto nivel de vigilancia debido a sus supuestas actividades agresivas. Aseguró que el esquema estará plenamente operativo para el verano boreal.
El Gobierno del Reino Unido, junto con Estados Unidos, ha intentado constantemente presentar una imagen distorsionada de Irán.
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