• Una imagen de las víctimas del ataque químico de 1987 a la ciudad iraní de Sardasht.
Publicada: martes, 29 de abril de 2025 23:02

Irán insta a Alemania a investigar y revelar la verdad sobre su papel en suministro de armas químicas al exrégimen iraquí Sadam durante la guerra con el país persa.

“Irán ha exigido que Alemania informe al mundo sobre su papel en el suministro de armas químicas a Irak”, ha expresado este martes el vocero de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, en una declaración emitida en el aniversario de la entrada en vigor de la Convención sobre Armas Químicas.

Mediante un mensaje publicado en su cuenta de X, el portavoz iraní ha remarcado que, para la nación iraní, este día representa un consenso global para prevenir la repetición de los crímenes cometidos contra soldados y civiles iraníes con el uso de armas químicas durante la guerra impuesta por Irak al país persa en la década de 1980.

“Revelar la verdad es fundamental para que se haga justicia. Esclarecer el papel de quienes suministraron los materiales y las tecnologías utilizadas en el programa de armas químicas de Sadam sigue siendo un tema importante en la agenda del Ministerio de Asuntos Exteriores”, ha agregado.

 

En otra parte de sus afirmaciones, Baqai ha confirmado que “la exigencia de Irán de que Alemania establezca un mecanismo para descubrir la verdad e informar a la opinión pública iraní e internacional sobre su papel en la producción de armas químicas de Irak viene en este sentido”.

La Convención sobre Armas Químicas, celebrada el 29 de abril, marca un logro histórico en el derecho internacional destinado a prevenir la propagación y el uso de armas químicas.

Durante ocho años de la guerra impuesta por Irak a Irán (1980-88), el régimen del exdictador iraquí Sadam Husein llevó a cabo al menos 500 ataques con armas químicas contra cinco provincias occidentales iraníes, los cuales dejaron al menos 10 000 mártires, incluidos mujeres y niños, y más de 107 000 heridos.

En estos ataques inhumanos se utilizó contra los iraníes una amplia gama de agentes químicos tóxicos (incluido gas, mostaza, agentes nerviosos y agentes asfixiantes), algunos de ellos por primera vez en una guerra.

En uno de los incidentes más notorios, el régimen de Sadam lanzó bombas de gas mostaza sobre Sardasht, una pequeña ciudad en la provincia iraní de Azerbaiyán Occidental, el 28 de junio de 1987. El ataque mató al menos a 119 civiles iraníes e hirió a otros 8000, dejando a algunos discapacitados permanentemente. Esta masacre se considera uno de los peores ataques químicos perpetrados desde el fin de la Primera Guerra Mundial.

Los países occidentales –incluidos Alemania, los Países Bajos, el Reino Unido, Francia y Estados Unidos– contribuyeron al programa de armas químicas del régimen iraquí en ese momento.

Las empresas alemanas, en particular, desempeñaron un papel importante y documentado en el suministro de tecnología y materiales para armas químicas al régimen de Sadam.

Las víctimas de estos ataques siguen sufriendo hasta el día de hoy, y su situación se ve agravada por las persistentes sanciones occidentales que restringen el acceso a suministros y equipos médicos en Irán.

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