• Un desfile de los buques rusos.
Publicada: viernes, 13 de abril de 2018 5:23

Un alto legislador ruso asegura que la Armada del país sigue preparada ante un ataque eventual estadounidense contra Siria y que el retiro de los buques de guerra de la base naval siria de Tartus (oeste) es una estrategia para preservar su seguridad.

El coronel general Vladímir Shamánov, jefe del comité de Defensa de la Duma (Cámara baja del Parlamento), explicó el jueves que si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumple con su amenaza y ataca este país árabe, esta estrategia impide que un proyectil destruya más de un buque de guerra.

“En caso de amenaza de ataque, los buques atracados uno junto al otro en el puerto salen a una zona de libre maniobra (mar abierto) para evitar que con un proyectil sea destruido más de un barco”, sostuvo Shamánov.

El alto titular militar ruso recalcó que se trata de una “práctica habitual”, para garantizar “la supervivencia” de los buques, estacionados en ese puerto desde tiempos de Hafez al-Asad (1971-2000), padre del actual mandatario, Bashar al-Asad.

En caso de amenaza de ataque (de EE.UU. contra Siria), los buques atracados (rusos) uno junto al otro en el puerto salen a una zona de libre maniobra (mar abierto) para evitar que con un proyectil sea destruido más de un barco”, sostuvo Vladímir Shamánov, jefe del comité de Defensa de la Duma rusa.

 

Según informó la Flota del mar Negro, actualmente unos quince buques militares y de abastecimiento rusos siguen navegando cerca de las costas sirias, realizando unos ejercicios militares.

La retórica antisiria de Washington podría aumentar la existente tensión entre el Kremlin y la Casa Blanca, sin precedentes desde el fin de la Guerra Fría. La Cancillería de Rusia advirtió la misma jornada del jueves a los países occidentales de las “consecuencias” de sus amenazas para atacar Siria.

Estados Unidos amenazó nuevamente a Damasco con una agresión militar, luego de culparlo, sin mostrar pruebas, de supuesto ataque químico registrado el pasado sábado en la ciudad siria de Duma, en la región de Guta Oriental, y logró el acompañamiento de algunos aliados, entre ellos el Reino Unido y Australia, en un ataque eventual.

Damasco, por su parte, rechaza tajantemente las acusaciones y señala a los extremistas como autores del incidente con el material químico que reciben de Turquía y Arabia Saudí.

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