“Rusia está haciendo básicamente lo que debería, que es proteger a un amigo (en alusión al presidente sirio Bashar al-Asad) y, también, combatir al grupo terrorista EIIL”, aseguró Michael Maloof en una entrevista concedida el domingo a la cadena iraní Press TV.
Rusia está haciendo básicamente lo que debería, que es proteger a un amigo (en alusión al presidente sirio Bashar al-Asad) y, también, combatir al grupo terrorista EIIL”, aseguró Michael Maloof, un exfuncionario de Pentágono.
En una parte de sus afirmaciones, el exanalista de la política de seguridad del Departamento de Defensa de EE.UU., consideró necesaria la cooperación con los rusos y el Gobierno sirio para poder acabar con la banda takfirí, sin embargo, reconoció que, ahora, hay un liderazgo “indeciso y patético”.
“Lo que los rusos están haciendo es llenar un vacío militar, donde Estados Unidos debería tener una participación activa. En realidad debe trabajar en colaboración con los rusos y, también, con los iraníes, porque el EIIL amenaza a todo el mundo en la región, y es notable que Turquía no es un socio viable”, sostuvo.
En otra parte de sus declaraciones, aseveró que Moscú tiene también una razón geoestratégica para su presencia en Siria que es su acceso al Mediterráneo, por lo que podría estar en peligro. En este sentido, hizo referencia a una base naval que tiene en la ciudad oriental de Tartus y un acuerdo que, desde hace muchos años, existe entre Rusia y Siria.
De igual forma, hizo público un informe que desvela la actualización de los planes de contingencia que mantiene Washington para una posible guerra con Rusia, considerada la primera desde el colapso de la Unión Soviética.
En esta línea, la revista estadounidense Foreign Policy, citando a funcionarios y exfuncionarios del Pentágono, informó el viernes que el Departamento de Defensa del país norteamericano está reevaluando sus planes militares de la época de la Guerra Fría, tras la escalda de las tensiones entre Washington y Moscú sobre las crisis de Ucrania y Siria.
La cooperación entre Moscú y Damasco ha aumentado considerablemente tras la intensificación de la crisis siria y, recientemente, ha habido informes sobre la construcción de una nueva base militar rusa en Siria y el despliegue de sistemas antiaéreos y tanques.
La preocupación de Washington por la presencia militar rusa en Siria, además de obligarlo a planear nuevas sanciones, le ha llevado a presionar a sus países vecinos para que cierren su espacio aéreo a las aeronaves rusas.
Moscú, también, ha confirmado la presencia de militares en territorio sirio para ayudar a los efectivos sirios a usar el armamento y formarlos en la lucha antiterrorista.
El presidente Bashar al-Asad ha denunciado en reiteradas ocasiones que la campaña militar liderada por EE.UU., presuntamente contra los integrantes del EIIL, no busca en ningún caso de eliminar al grupo takfirí.
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