El Ministerio de Defensa ruso ha hecho la advertencia en un comunicado emitido este miércoles, horas después del lanzamiento de misiles balísticos ATACMS, de fabricación estadounidense, por parte de Kiev contra la base área militar rusa, ubicado en la provincia de Rostov.
Dos de los misiles fueron derribados por un sistema de defensa aérea Pantsyr, mientras que los demás fueron desviados por sistemas de guerra electrónica, ha asegurado la institución gubernamental rusa.
Como consecuencia de la caída de fragmentos de misiles, agrega la nota, se registraron heridos entre el personal del aeródromo, y daños materiales menores, sin graves afecciones en los dos edificios que conforman las instalaciones o en equipos militares y a algunos vehículos militares y civiles estacionados en la zona.
“Este ataque con armas occidentales de largo alcance no quedará sin respuesta y se tomarán las medidas correspondientes”, ha subrayado el Ministerio de Defensa ruso.
Pese a las repetidas advertencias de las autoridades rusas contra el uso de armas occidentales de largo alcance para atacar dentro de Rusia, Ucrania lanzó por primera vez estos misiles contra objetivos en territorio ruso el 19 de noviembre, a lo que Moscú respondió disparando el nuevo misil balístico hipersónico Oréshnik contra una fábrica militar ucraniana.
Además, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha alertado que permitir a Ucrania atacar el interior del territorio ruso con armas occidentales de largo alcance significaría que los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “están en guerra con Rusia”.
Putin ha dejado entrever también la posibilidad de lanzar sobre territorio ucraniano misiles balísticos Oreshnik, un nuevo proyectil hipersónico que según Moscú es capaz de burlar los sistemas de detección del país vecino. De hecho, Moscú ha dicho que desplegará estos misiles en territorio de su aliada, Bielorrusia.
gec/ncl/mkh