El ejército israelí anunció en un comunicado el lunes que sus fuerzas “atacaron un sitio militar donde se almacenaban armas” pertenecientes a las Fuerzas Armadas de Siria en el área de Qardaha, a unos 60 kilómetros al norte del puerto mediterráneo de Tartus.
Por su parte, la agencia oficial de noticias SANA informó que los ataques aéreos se llevaron a cabo por “aviones de ocupación israelíes en los alrededores de la ciudad de Tartus, sin registrar pérdidas humanas hasta el momento”.
Video shows the location of the Israeli targeting in #Tartous#Syria pic.twitter.com/oio2BEqWS6
— Report Syrian (@reportsyrian) March 3, 2025
La agresión se suma a cientos de ataques aéreos llevados a cabo por Israel contra bases, instalaciones y activos militares estratégicos sirios desde la caída del gobierno de Bashar al-Asad en diciembre pasado. El régimen ha justificado las agresiones, afirmando que son un intento de proteger la seguridad israelí.
El martes pasado, el ejército israelí confirmó ataques aéreos contra instalaciones militares que contenían armas en el sur de Siria, apenas unos días después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidiera “la completa desmilitarización” del sur de Siria. Él confirmó que sus tropas permanecerán en la zona de amortiguación en los altos del Golán ocupados durante “un período de tiempo ilimitado”, pese a que en un primer momento dijo que sería “temporal”.
Israel ha trasladado fuerzas a una zona desmilitarizada vigilada por las Naciones Unidas dentro de Siria después de la caída de Al-Asad, una medida que viola el acuerdo de retirada de 1974 con Siria y la soberanía nacional del país árabe.
Israel también ha ocupado áreas fuera de la zona de amortiguación, incluido el estratégico Monte Hermón, y ha llevado a cabo repetidos bombardeos sobre infraestructuras de defensa de Siria.
Tanto las Naciones Unidas, como los países de Asia Occidental, han exigido la retirada de las tropas israelíes del territorio sirio y respetar la soberanía siria.
Asimismo, el pueblo sirio ha exigido fin de la ocupación israelí de su territorio. La semana pasada, en la conferencia de diálogo nacional de Siria, los participantes afirmaron su rechazo a las declaraciones “provocadoras” de Netanyahu e instaron a la comunidad internacional a presionar a Israel para que detenga cualquier “agresión y violación”, condenando “la incursión israelí en territorio sirio”.
La conferencia también se opuso a los intentos de Israel de avivar las tensiones sectarias e intentos para dividir el país levantino.
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