“El verdadero ganador en esta guerra es Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que ha aprovechado el colapso del Gobierno central para crear su propio mini-Estado”, ha afirmado el periódico británico en un artículo publicado este sábado.
El diario ha indicado que este grupo extremista, considerado por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) como el “más peligroso” protagonista del terrorismo takfirí en el mundo, hoy en día tiene una administración organizada con sus propios ingresos fiscales y ha ocupado unas 340 millas (547 kilómetros) del territorio yemení.
El verdadero ganador en esta guerra es Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que ha aprovechado el colapso del Gobierno central para crear su propio mini-Estado”, afirma el periódico británico The Independent.
Según el artículo, como ha ocurrido en varias ocasiones desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos y países occidentales como el Reino Unido han sido incapaces de luchar contra el terrorismo, ya que dan prioridad a mantener su alianza con Arabia Saudí y las monarquías árabes del Golfo Pérsico.
“Lo hicieron otra vez. EE.UU. y el Reino Unido y sus aliados regionales liderados por Arabia Saudí se unieron para intervenir en otro país, con resultados desastrosos. En vez de alcanzar sus objetivos, se han producido caos, arruinando la vida de millones de personas y creando las condiciones ideales para los movimientos terroristas como Al-Qaeda y EIIL (Daesh, en árabe)”, resalta.
En este sentido, ha lamentado que ante una falta de atención de la comunidad internacional, AQAP ha estado expandiendo rápidamente su propio territorio en Yemen en 2015 y 2016, como lo que Daesh hizo en 2013 y 2014 en el oeste de Irak y el este de Siria.
Desde marzo del año pasado, cuando Arabia Saudí comenzó su intervención militar en Yemen, Washington y Londres han estado brindando apoyos políticos y militares al régimen de Riad, pese a las críticas internacionales.
La agresión saudí a Yemen ha dejado ya, entre muertos y heridos, más de 32.000 víctimas, en su mayoría civiles, según informó recientemente Stephane Dujarric, portavoz de las Naciones Unidas.
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