“Hay soluciones prácticas a la crisis y también hemos propuesto muchos remedios. (…) pero si la contraparte sigue insistiendo en su agresión, aunque estamos dispuestos a apoyar la paz, también estamos listos para luchar y resistir”, puntualizó el jueves Al-Houthi.
En un discurso televisado, Al-Houthi criticó que pese a la flexibilidad mostrada por sus representantes en las conversaciones de paz, la parte saudí está obstinada en que el pueblo yemení se rinda de una manera absoluta.
El máximo responsable de Ansarolá advirtió a los Al Saud, que pese a contar con el apoyo de EE.UU., sufrirán grandes “daños” por el sufrimiento que han causado al pueblo yemení.
“Sus crímenes no nos obligarán a abandonar la resistencia”, aseveró, al tiempo que subrayó esta medida como un “valor” y “principio” para los yemeníes.
Hay soluciones prácticas a la crisis y también hemos propuesto muchos remedios. (…) pero si la contraparte sigue insistiendo en su agresión, aunque estamos dispuestos a apoyar la paz, también estamos listos para luchar y resistir”, puntualizó el líder de Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi.
En esta línea, instó a la nación yemení a permanecer “consciente y alerta” e hizo un llamamiento a los jóvenes a engrosar las filas del Ejército en las primeras líneas de batalla.
Desde el 21 de abril pasado, las delegaciones de Ansarolá y del expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudí, se encuentran en Kuwait negociando, bajo la égida de Naciones Unidas, una salida al conflicto que atraviesa el país más pobre del mundo árabe.
En marzo de 2015, Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen, prescindiendo del permiso de las Naciones Unidas pero con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder a Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
Según las últimas estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la guerra saudí contra Yemen ya ha dejado, entre muertos y heridos, más de 32.000 víctimas, en su mayoría civiles.
mjs/ncl/nal