“En lo que respecta a la soberanía en materia de defensa, el presidente de la República (Bassirou Diomaye Faye) anunció el próximo cierre de las bases militares extranjeras en Senegal. De todas las bases militares en Senegal”, subrayó el viernes el primer ministro senegalés, Ousmane Sonko, en su primera Declaración de Política General (DPG) en el Parlamento.
También, Sonko insistió en que ha llegado la hora de que Senegal “gestione su propia defensa y su territorio, sin influencias externas” y el país ha tomado esta medida en el deseo de “reforzar la autonomía nacional en materia de seguridad”.
En 2010, comenzó una nueva orientación política con respecto a la presencia militar extranjera en Senegal, especialmente el dispositivo militar francés. Desde entonces, el número de efectivos militares se ha reducido de 1200 iniciales a los aproximadamente 350 actuales, quienes constituyen los llamados Elementos Franceses en Senegal (EFS).
El interés de Senegal para cerrar las últimas bases galas en su país llega después de que el sentimiento antifrancés obligara a París a retirar sus tropas de Níger, Burkina Faso, Guinea, Mali y Chad, lo que supone el declive de la expotencia europea en el Sahel.
Hartos por décadas de esclavitud y saqueo de sus riquezas por las potencias coloniales occidentales, los vecinos de Senegal, es decir, Mali, Burkina Faso y Níger pidieron ayuda a Rusia, tras expulsar a las tropas galas, para combatir el terrorismo y brindar la seguridad en su territorio, lo que constituye un gran reto para el Occidente en África.
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