Los cancilleres de Irán, Abás Araqchi, y de China, Wang Yi, han coincidido este sábado en que Asia Occidental “pertenece a su gente y no debe ser un campo de batalla de grandes potencias ni una víctima de conflictos geopolíticos externos”.
Los dos cancilleres han discutido los últimos acontecimientos regionales y asuntos de interés índole durante una reunión efectuada en Pekín, capital china, donde han abogado por “soluciones políticas lideradas por los países de la región sin injerencia extranjera”.
Araqchi y Wang han coincidido además en que la comunidad internacional debe respetar la soberanía nacional, la seguridad, la estabilidad, la integridad territorial y la unidad de los países de Asia Occidental, prestar atención a las demandas legítimas de las naciones de la zona, respetar las decisiones independientes de los pueblos, y desempeñar un papel constructivo en la promoción de la paz y la estabilidad de la región.
Han expresado su preocupación por los peligros del caos y la inseguridad en Siria y subrayado la necesidad de preservar la unidad nacional y la integridad territorial del país árabe y una transición pacífica y segura hacia un gobierno que satisfaga las demandas de todos los espectros de la sociedad.
También han intercambiado puntos de vista sobre la cuestión nuclear, el levantamiento de las sanciones contra Teherán y la ampliación de la cooperación en el marco de instituciones como el grupo de las economías emergentes BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghai.
El jefe de la Diplomacia persa ha dicho que Irán utilizará todas sus capacidades para impulsar la cooperación con China, y agregado que el acuerdo de asociación estratégica de 25 años, firmado entre los dos países en marzo de 2021, es una base sólida para desarrollar relaciones en varios campos.
Wang, a su vez, ha considerado a la República Islámica como una potencia activa e importante en Asia Occidental que posee enormes capacidades naturales, geográficas y humanas. Ha enfatizado que Pekín está decidido a desarrollar aún más las relaciones con Teherán.
China apoya a Irán en salvaguarda de sus derechos legítimos
El canciller chino, cuyo país es signatario del acuerdo nuclear de 2015, conocido oficialmente como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), ha señalado que Pekín “apoya firmemente a la parte iraní en la salvaguarda de sus derechos e intereses legítimos”.
Las dos partes han elogiado también el progreso positivo logrado por Teherán y Pekín en la implementación del acuerdo estratégico de largo plazo en los últimos años y han prometido esfuerzos para implementar un plan para la cooperación integral bilateral en varios campos.
Han respaldado con sumo interés la ampliación de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí —que reanudaron sus relaciones diplomáticas en marzo de 2023 por mediación China— y la continuación de las consultas entre las dos potencias de la región.
En cuanto a los asuntos regionales, Araqchi y Wang han enfatizado que la solución de la cuestión palestina pasa por el respeto de los derechos legales del pueblo palestino y el cese de la ocupación israelí del territorio palestino.
Han subrayado en la necesidad de establecer un cese el fuego inmediato, la retirada completa de las fuerzas armadas israelíes de Gaza y el envío de ayuda humanitaria a la asediada Franja palestina, que es blanco de una guerra genocida desde hace más de 14 meses. Asimismo, han pedido la aplicación efectiva del alto el fuego entre Israel y el movimiento de Resistencia libanés Hezbolá en El Líbano.
China es el mayor socio comercial de Irán. Ambos Estados están sujetos a diferentes niveles de sanciones ilegales impuestas por Estados Unidos, pero han esquivado los embargos ampliando sus relaciones económicas.
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