La sexta División de Infantería del Ejército ha señalado que un total de 87 supuestos miembros de las FAR han muerto en los ataques, ejecutados el domingo, antes de agregar que los paramilitares han sufrido además “grandes pérdidas” en el área de Al Baashimarea, al este de Kutum.
Asimismo, acusó a las FAR de llevar a cabo nuevos ataques contra el Fasher y los campamentos de desplazados internos situados en sus alrededores, sin que por ahora exista un balance de víctimas, según un comunicado publicado en la red social Facebook.
Por su parte, el portavoz de la Coordinación de Desplazados y Refugiados, Adam Rijal, ha denunciado que al menos once civiles han muerto por los bombardeos del Ejército contra Kutum, antes de agregar que “decenas” han resultado heridos, según refleja el portal sudanés de noticias Sudan Tribune.
En este contexto, el fiscal general de Sudán, Taifur al Faté, ha acusado a las FAR de usar armamento prohibido, incluido fósforo blanco, en sus ataques. El hecho ha sido descrito como “una clara violación del Derecho Internacional”, mientras ha reiterado las acusaciones contra el grupo por utilizar el hambre como arma de guerra.
Crisis en Sudán
El comandante de las Fuerzas Armadas y líder de facto de Sudán, el general Abdel Fattah Al Burhan, ha prometido continuar la lucha hasta lograr la victoria, rechazando repetidamente las iniciativas internacionales para negociar el fin de la guerra.
Por su parte, el general Mohamed Dagalo, líder de las RSF, acusa al ejército de aliarse con islamistas leales al régimen de Omar Al Bashir, depuesto en 2019 tras un levantamiento popular.
Al Burhan y Dagalo, antiguos aliados, lideraron juntos el golpe de Estado de 2021 que truncó la transición democrática del país, pero pronto se enzarzaron en una lucha por el control de esta vasta nación afroárabe.
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