• El general sudanés Abdel Fatah al-Burhan, el líder del golpe de Estado, saluda a los partidarios en un mitin en Jartum. (Foto: AP)
Publicada: viernes, 7 de noviembre de 2025 8:36

El ejército sudanés rechaza la propuesta de tregua de EE.UU., prometiendo intensificar su lucha contra las llamadas Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

Mediante un comunicado emitido el jueves, el Ejército sudanés anunció su rechazo a la iniciativa de alto el fuego patrocinada por Estados Unidos, declarando su intención de movilizar el apoyo público para derrotar al grupo paramilitar FAR, mientras el país se hunde cada vez más en lo que los grupos de derechos humanos denominan la mayor crisis humanitaria del mundo.

El Ejército sudanés formuló estas declaraciones después de que los paramilitares de FAR anunciaran su “conformidad” con el alto el fuego, tras cometer atroces crímenes contra civiles en el oeste de Sudán.

La decisión se tomó tras una reunión de emergencia del ‘Consejo de Defensa Militar’ presidida por el jefe del Ejército y presidente del ‘Consejo Soberano’, el general Abdel Fattah al-Burhan, quien prometió aplastar a los elementos de las FAR mediante una campaña de movilización general.

 

“El Consejo ha decidido movilizar al pueblo sudanés en apoyo de las fuerzas armadas para eliminar a las milicias rebeldes como parte de la movilización general y los esfuerzos del Estado para poner fin a esta rebelión”, subrayó al-Burhan, reafirmando la determinación del Ejército de asegurar las fronteras de Sudán.

Igualmente, recalcó que lo que la “campaña liderada por los países de agresión y arrogancia” contra Sudán y su Ejército “se romperá, y el pueblo triunfará”. “Nos encaminamos hacia una victoria cercana e inminente”, agregó.

Al-Burhan también prometió una “victoria inminente”, insistiendo en que quienes luchan por el pueblo “no serán derrotados”.

Desde el abril 2023, las fuerzas de FAR, lideradas por el general Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, han mantenido un conflicto brutal con las fuerzas armadas sudanesas. Desde entonces, los combates han devastado ciudades en todo el país, desplazando a millones de personas y dejando regiones enteras en ruinas.

Actualmente, el Ejército sudanés mantiene el dominio sobre la mayoría de los 13 estados restantes, incluida la capital, Jartum, ya que el sangriento conflicto ha fracturado el país africano, destruido la infraestructura y paralizado los esfuerzos de ayuda humanitaria.

Según estimaciones de Naciones Unidas (ONU) y fuentes locales, la caída de El Fasher, capital de Darfur del Norte, ocurre después de meses de asedio y combates intensos. El conflicto entre las FAR y las fuerzas armadas sudanesas ya ha dejado alrededor de 20 000 muertos y 15 millones de desplazados, constituyendo una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo actual.

Ante esta coyuntura, las agencias humanitarias advierten que estos eventos podrían convertirse en uno de los episodios más letales de la guerra civil sudanesa, aumentando el riesgo de una catástrofe humanitaria de proporciones mayores en un país al borde de la hambruna.

Por su parte, Irán condenó la violencia desenfrenada y la masacre de civiles en Sudán, y reitera su continuo apoyo a la soberanía y la integridad territorial del país africano.

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