• Un avión de ataque AC-130J Ghostrider de EE.UU. en pleno vuelo.
Publicada: viernes, 7 de noviembre de 2025 8:14

EE.UU. ha estacionado tres aviones militares en El Salvador en medio de su masivo despliegue militar en el Caribe y el Pacífico bajo excusa de combatir el narcotráfico.

Un análisis llevado a cabo por el diario The New York Times, publicado el jueves, muestra que el despliegue de un avión de ataque AC-130J Ghostrider, una aeronave espía P-8A Poseidon de la Marina y un C-40 Clipper sin distintivos estacionados en el aeropuerto internacional de El Salvador.

Un avión de ataque AC-130J Ghostrider de la Fuerza Aérea de EE.UU. en el Aeropuerto Comalapa, El Salvador, 6 de noviembre de 2025. (Foto: Vía LAAHS)

 

Las aeronaves fueron identificadas a través de imágenes satelitales del Puesto de Seguridad Cooperativa en Comalapa, una pequeña zona militar estadounidense en la principal terminal aérea de El Salvador, en Centroamérica.

Un Boeing C-40 Clipper sin marcar (izda.), presumiblemente operado por la Armada de EE.UU.,y un Boeing P-8 Poseidon, en el Aeropuerto Comalapa, El Salvador, 6 de noviembre de 2025. (Foto: Vía LAAHS)

 

El aeródromo se creó en 2000 para apoyar a las misiones antinarcóticos, y hasta 2022 albergó aviones de vigilancia de la Marina estadounidense. Desde entonces se ha utilizado poco, y solo ocasionalmente se han visto allí aviones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), detalla el rotativo.

“La base es muy, muy importante para el poder blando, pero claramente se está utilizando para el poder duro hoy en día”, dijo el almirante James Stavridis, exjefe del Comando Sur de Estados Unidos, explicando que en el pasado el aeródromo se utilizó para asistencia en casos de desastre y operaciones humanitarias y antinarcóticos.

El avión espíaP-8 Poseidon realizó al menos seis misiones desde El Salvador

El AC-130 Ghostrider es una aeronave fuertemente armada, capaz de disparar misiles con precisión contra objetivos terrestres o en el mar. El avión espía P-8 Poseidon, capaz de lanzar torpedos y misiles antibuque, está equipado con cámaras que pueden recabar información de inteligencia a miles de metros de altura. El informe, citando a mensajes de radio disponibles públicamente entre aeronaves militares y controladores aéreos, indica que elP-8 Poseidon realizó al menos seis misiones desde El Salvador.

La tercera aeronave, el C-40 Clipper, pocas veces visto y cuyo propósito se conoce poco, ha sido identificado volando ocasionalmente con aeronaves de vigilancia, por lo que su despliegue en El Salvador se considera muy inusual.

El despliegue militar en El Salvador se suma al envío a principios de agosto de varios destructores de misiles, un submarino nuclear y aviones de combate estadounidenses en el sur del Caribe, cerca de aguas de Venezuela, con el supuesto objetivo de combatir ‘narcolanchas’, a las que Washington acusa, sin pruebas, de colaborar con Caracas.

EE.UU. reforzó el cerco a Venezuela, enviando varios aviones de combate F-35 a Puerto Rico en medio de la tensión con Venezuela. Más tarde, desplegó su mayor portaviones, el USS Gerald R. Ford, en el Caribe escalando aún más las tensiones con Caracas.

Desde entonces, esas fuerzas han ejecutado bombardeos contra embarcaciones pequeñas en el Caribe y el Pacífico, que según informes de Naciones Unidas, han dejado alrededor de 70 muertos.

Venezuela califica estas acciones de “una agresión armada para imponer un cambio de régimen” y advierte que el objetivo es “apoderarse del petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales” del país.

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