En un artículo publicado el viernes, el medio financiero estadounidense Bloomberg señaló que la exitosa campaña militar rusa para salvaguardar a Al-Asad, ha obligado a las autoridades del régimen saudí a abandonar su idea de acabar con el Gobierno de Damasco para adoptar la postura rusa sobre la crisis siria.
Según la nota, los países que, desde un principio, se oponían al Gobierno de Damasco desde el estallido del conflicto sirio, en 2011, ahora están trabajando en proyectos que establecen la permanencia de Al-Asad en el poder.
El medio norteamericano destaca que el cambio de postura de Riad supone un “nuevo golpe” a la oposición siria, que ve cómo desde hace dos años se refuerza y aumenta el dominio del Gobierno en distintas zonas de Siria.
“Los saudíes ahora se dan cuenta de que los rusos podrían ser la única parte capaz de resolver el conflicto de Siria (…) ya no tienen ningún problema con la idea de que el régimen se quede”, afirmó Mustafa Alani, el jefe del departamento de defensa y seguridad del emiratí laboratorio de ideas Gulf Research Center, citado por Bloomberg.
Otro motivo que impulsa a los saudíes a acercarse a Moscú, según Bloomberg, es el deseo del régimen de Riad de hacer frente a otro aliado de Damasco, Irán, y los grupos apoyados por este, como el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Los saudíes ahora se dan cuenta de que los rusos podrían ser la única parte capaz de resolver el conflicto de Siria (…) ya no tienen ningún problema con la idea de que el régimen se quede”, afirmó el jefe del departamento de defensa y seguridad del emiratí laboratorio de ideas Gulf Research Center, Mustafa Alani.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dejado claro que Teherán es un aliado estratégico de Moscú en la región, en respuesta a las preocupaciones manifestadas por el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, durante una reunión sostenida el pasado 23 de agosto.
El informe se divulga días después de que el Ejército sirio, apoyado por Hezbolá y la aviación militar rusa, rompiera el cerco del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) sobre la ciudad oriental de Deir al-Zur, un logro considerado un “punto de inflexión” en la crisis siria.
Además, el creciente avance de Damasco ante los terroristas ha llevado a los países occidentales, como EE.UU. y el Reino Unido, a poner fin a su programa de entrenamiento de los llamados “rebeldes moderados”, reconociendo así a Al-Asad como ganador de la crisis.
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