Mediante un comunicado emitido el viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba informó que había emitido una advertencia verbal al encargado de negocios de EE.UU. en La Habana, Mike Hammer, por su “conducta intervencionista” a los protocolos diplomáticos e irrespetuosa hacia el pueblo cubano.
La Cancillería subrayó que estas “injerencistas” violan las normas del Derecho Internacional y la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
En este sentido, el director de Temas Bilaterales para Estados Unidos, Alejandro García del Toro, hizo entrega formal de una nota verbal de protesta a Hammer, documento en el que el Gobierno cubano expresa su “firme rechazo al comportamiento inaceptable” del referido diplomático.
García precisó que estas acciones también contradicen el Acuerdo de Restablecimiento de Relaciones Diplomáticas suscrito entre ambos Gobiernos.
En la nota, Cuba denunció formalmente a Hammer, por “incitar a ciudadanos a cometer actos delictivos graves y atentar contra el orden constitucional”. Al respecto, García dijo que estas acciones —que incluirían “estimular protestas contra las autoridades” y promover “intereses de una potencia extranjera hostil”— implican una “conducta provocadora e irresponsable” por parte del diplomático estadounidense.
“La inmunidad que posee como representante de su país no puede utilizarse como cobertura para actos contrarios a la soberanía y al orden interno del Estado receptor, en este caso Cuba”, señala el comunicado, señalando que este principio —ratificado por ambos países bajo la Convención de Viena de 1961— prohíbe explícitamente “inmiscuirse en los asuntos internos del Estado receptor”.
El texto enfatiza que el funcionario estadounidense cometió una “manipulación pública e insultante” al referirse al héroe nacional cubano José Martí y expresó que el diplomático “desconoce los pilares antimperialistas de Cuba”, basados en las advertencias de Martí sobre EE.UU.
La prensa oficial cubana publicó recientemente un duro ataque contra Hammer, asegurando que el diplomático mantiene una “conducta irrespetuosa y contraria a las normas del derecho internacional” y tildando su actuación de “majadera e injerencista”.
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