La Fuerza Terrestre del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán han llevado este domingo la prueba del cohete nacional Fayr-5 con ojiva termobárica, que opera con un sistema explosivo aire-combustible (FAE, por sus siglas en inglés).
Según los informes, el poder destructivo de la nueva ojiva termobárica, que utiliza el oxígeno del aire circundante para generar una explosión de alta temperatura, es 1,5 veces mayor que el del trinitrotolueno (TNT) y mejora el radio de explosión y el efecto térmico del cohete.
La menor sensibilidad del explosivo termobárico que el TNT lo ha convertido en una opción más segura en comparación con las ojivas convencionales.
Fayr-5 es conocida como la versión más avanzada y de mayor alcance de los cohetes tierra-tierra Fayr que tienen varias clases con diferentes funciones. El cohete de 333 mm que funciona con combustible sólido tiene versiones de una y dos etapas, con un alcance de 75 y 180 kilómetros, respectivamente.
La función de la nueva ojiva termobárica haría del cohete Fayr-5 un arma adecuada para la lucha contra grupos terroristas en terrenos montañosos e intransitables, donde los terroristas suelen construir sus refugios y trincheras.
En los últimos años, los expertos e ingenieros militares iraníes han logrado avances notables en la fabricación de una amplia gama de equipos autóctonos, lo que ha hecho que las fuerzas armadas sean autosuficientes.
Irán considera su poder defensivo como una línea roja. Mientras tanto, las autoridades iraníes aseguran que la actualización de la capacidad militar de la República Islámica se basa completamente en la disuasión, por lo que, destacan, su poderío no representa amenaza alguna para los países de la región de Asia Occidental, ni para las demás naciones.
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